Desde el 1 de julio, el Gobierno danés ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea bajo el lema “Una Europa fuerte en un mundo cambiante” que hace referencia al orden internacional actual marcado por la incertidumbre, la competencia estratégica y los crecientes niveles de conflicto. Un escenario en el que la UE, como ha afirmado la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, “debe ser más autónoma”.

La presidencia danesa trabajará para concluir las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre la nueva normativa farmacéutica. Para Frederiksen, la adopción de la propuesta “no solo mejorará el acceso de los pacientes a los medicamentos, si no que fomentará la innovación en la Unión Europea y agilizará los procesos de aprobación de nuevos tratamientos”.

Además, en su discurso de entrada, ha señalado que también iniciará y priorizará una revisión de la propuesta de la Comisión sobre medicamentos críticos, con el objetivo de mejorar la seguridad del suministro de fármacos esenciales como parte de una estrategia más amplia para reducir la dependencia de terceros países y prevenir la escasez de medicamentos en la UE.