En un acto simbólico celebrado el 26 de noviembre en una farmacia madrileña, las ministras de Sanidad, Mónica García, y de Igualdad, Ana Redondo, presentaron junto a la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Carmen Martínez, y el presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, el nuevo “Protocolo de Actuación de la Farmacia Comunitaria ante la Violencia de Género”.
Más de 14.000 farmacias comunitarias españolas se han constituido ya como Puntos Violeta para ofrecer ayuda a la mujer desde un entorno profesional y accesible»
El documento, que actualiza el elaborado en 2021 por el Consejo General de Farmacéuticos junto a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, aspira a ayudar al farmacéutico a identificar situaciones de riesgo y orientar profesionalmente a las víctimas que acuden a la farmacia y requieren de atención integral –física, psicológica, emocional y social– por parte de los recursos especializados.
Mónica García subrayó que «con este protocolo, cada farmacia se convertía en una puerta abierta y segura: un punto de referencia accesible, con profesionales preparados para detectar y orientar a cualquier mujer que lo necesitara». Añadió que, gracias a la capilaridad de las farmacias, se daba un paso más en la construcción de una red sólida, profesional y accesible para todas las mujeres, sin importar su lugar de residencia.
Con este protocolo, cada farmacia se convierte en una puerta abierta y segura: un punto de referencia accesible, con profesionales preparados para detectar y orientar a cualquier mujer que lo necesite»
Mónica García, ministra de Sanidad.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, señaló que las farmacias pasaban a integrarse en una red imprescindible de protección para las mujeres víctimas de violencias machistas. Indicó que, a partir de ese momento, la cruz verde de las farmacias se transformaba simbólicamente en una cruz violeta, lo que implicaba que cualquier mujer víctima de violencia machista encontraba en ellas un refugio y un entorno seguro. Recordó que el 22 % de las denuncias anuales por violencia machista en España procedía del entorno, dado que muchas mujeres, por miedo o por su situación personal, no podían denunciar, mientras que quienes las rodeaban sí lo hacían. Insistió también en la importancia de esos entornos, especialmente ante una época del año que calificó de especialmente dramática, en la que se concentraba el 30 % de los casos de violencia y de los asesinatos machistas.
La cruz verde de las farmacias es a partir de hoy una cruz violeta, y eso significa que a pie de calle las mujeres víctimas de violencias machistas van a encontrar refugio, un entorno seguro»
Ana Redondo, ministra de Igualdad.
El presidente del Consejo General, Jesús Aguilar, recordó que “la farmacia es en muchas ocasiones la primera puerta a la que acuden las víctimas por ser un espacio seguro, sin cita previa, sin barreras y en el que pueden ser escuchadas, acompañadas y aconsejadas de forma profesional sin miedo a ser juzgadas”. Destacó también que el protocolo presentado reflejaba el compromiso inquebrantable de la profesión farmacéutica en la lucha contra la violencia hacia las mujeres, desde la sensibilización, la profesionalización y la empatía, convencido de que escuchar también salvaba vidas.
La farmacia es en muchas ocasiones la primera puerta a la que acuden las víctimas por ser un espacio seguro, sin cita previa, sin barreras y en el que pueden ser escuchadas, acompañadas y aconsejadas de forma profesional sin miedo a ser juzgadas”
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General
Carmen Martínez, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, hizo referencia a esa cercanía y empatía que caracterizaba a las farmacias como recurso seguro ante situaciones de riesgo. Afirmó que las farmacias eran espacios de proximidad y confianza a los que muchas mujeres podían acudir incluso cuando encontraban dificultades para acceder a otros servicios o sentían miedo. Por ello, consideró fundamental “contar con un protocolo actualizado es fundamental para que los y las farmacéuticas sepan cómo actuar, cómo detectar señales de violencia y cómo derivar a las víctimas a los servicios de atención integral y especializada”.
Contar con un protocolo actualizado es fundamental para que los y las farmacéuticas sepan cómo actuar, cómo detectar señales de violencia y cómo derivar a las víctimas a los servicios de atención integral y especializada”
Carmen Martínez, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género
La delegada subrayó, además, que la actualización del protocolo reforzaba la idea de que la respuesta frente a la violencia de género constituía una tarea colectiva. Por ese motivo, aseguró que desde la Delegación continuarían trabajando con el ámbito sanitario y con todos los sectores profesionales para garantizar que ninguna mujer que pidiera ayuda quedara sin apoyo.
Sensibilizar, formar y colaborar
El nuevo protocolo proporciona las herramientas necesarias para detectar precozmente desde las farmacias las situaciones de violencia contra las mujeres vividas por las víctimas para su posterior derivación a los recursos especializados. Además, busca hacer visibles las situaciones de especial vulnerabilidad que dificultan en las mujeres el reconocimiento de la violencia y la toma de decisiones para terminar con las situaciones que las producen.
También aboga por sensibilizar y formar al farmacéutico, al menos una vez al año y de forma on line, sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres como un problema de salud, y por transmitirles las consecuencias que tiene en su salud y en el desarrollo físico, psicológico y social de sus hijos.

La difícil tarea de la detección
En el protocolo se hace hincapié en que detectar un posible caso de violencia contra las mujeres es una tarea complicada que requiere cierta sensibilización y formación específicas, entre otros motivos, porque entran en juego factores sociales, como los mitos y estereotipos creados por la cultura, y psicológicos, como el temor a enfrentar los miedos y el dolor emocional. A esto hay que añadir los sentimientos de miedo y vergüenza que puede sentir la víctima, que le impiden actuar y salir de la situación en la que está inmersa, e incluso reconocerse como víctima de violencia contra las mujeres.
Guía de recursos
El protocolo también ha actualizado los recursos que en estos momentos están disponibles para ayudar a las mujeres víctimas de este tipo de violencia.
Y como novedad, se han incorporado otros dos recursos: las más de 14.000 farmacias registradas ya como Puntos Violeta, que se posicionan como espacios seguros y de referencia frente a las violencias contra las mujeres, y el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), una herramienta policial centralizada del Ministerio del Interior de España.
Disponible el protocolo para consultar o descargar
