Carina Escobar | Presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP)
Desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) llevamos 10 años promoviendo la participación y defendiendo los derechos de las personas con necesidades crónicas de salud en todos los ámbitos. Trabajar de la mano del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos en la elaboración del ‘Decálogo de los Derechos de los Pacientes en la Farmacia Comunitaria’ nos permite visibilizar los derechos de los ciudadanos y, en especial, de los pacientes crónicos en el ámbito de la oficina de farmacia. Además, con ello, también tratamos de poner en valor la importancia de la labor asistencial que ofrecen las farmacias comunitarias y el papel fundamental que ejercen los farmacéuticos en su prestación en el seno del sistema sanitario para mejorar la salud y la calidad de vida de los ciudadanos.
El decálogo recoge los principales derechos de los pacientes que recoge la amplia legislación española respecto a las farmacias comunitarias, contribuyendo a que los pacientes conozcamos más nuestros derechos y podamos sacar el mayor partido a la farmacia comunitaria. Recoge aspectos tan importantes como garantizar el acceso a un farmacéutico; recibir atención de calidad y adaptada a las necesidades de los pacientes basada en la evidencia científica; acceso a medicamentos y productos sanitarios en todos los territorios con amplios horarios; o apoyo en el uso seguro del medicamento.
Quiero resaltar de nuevo el papel fundamental que tienen los farmacéuticos para las personas con enfermedades crónicas y agradecer la enorme labor diaria que hacen los profesionales de las oficinas de farmacia…»
Actualmente España cuenta aproximadamente con 22.200 farmacias a la que acuden cada día 2,3 millones de pacientes para ser atendidos por alguno de los más de 56.000 farmacéuticos comunitarios en activo. Todas ellas ofrecen de media cinco servicios farmacéuticos asistenciales que van más allá de la dispensación, entre los que destacan servicios como los de dosificación personalizada, seguimiento y adherencia terapéutica, cribado para la detección de enfermedades como el VIH, el cáncer de colon o el de cérvix; y programas de deshabituación tabáquica o drogadicción, entre otros.
Por último, quiero resaltar de nuevo el papel fundamental que tienen los farmacéuticos para las personas con enfermedades crónicas y agradecer la enorme labor diaria que hacen los profesionales de las oficinas de farmacia comunitaria en la atención a pacientes, familias y cuidadoras.