España vistió de verde sus edificios más emblemáticos para rendir homenaje a la profesión farmacéutica. La iniciativa, que tiñó de luz monumentos y sedes institucionales en las principales capitales del país, quiso subrayar el reconocimiento público a la labor de los farmacéuticos en sus múltiples ámbitos de actuación: desde el hospitalario y comunitario, hasta la atención primaria, la salud públi...
Este artículo es solo para suscriptores
Inicia sesión en tu cuenta para continuar leyendo.
Esta publicación se encuentra restringida a farmacéuticos colegiados, sin que se pretenda su difusión entre el público en general u otros profesionales sanitario.
