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81.081 profesionales #ConCienciaFarmacéutica para transformar la sanidad

  • 5 agosto 2025
  • Equipo editorial
  • Tiempo de lectura 4 minutos

Las grandes fortalezas del sistema sanitario no acostumbran a hacer ruido. No abren los informativos, ni ocupan los grandes titulares de la prensa. Pero están ahí, constantes, eficientes, resolutivas, cercanas. La red farmacéutica española es buen ejemplo de ellas.
Hace tan sólo unos días se hizo público el informe “Estadísticas de Colegiados y Farmacias Comunitarias”, que pone cifras a lo que millones de ciudadanos experimentan a diario: con 22.231 farmacias comunitarias y 54.900 profesionales que trabajan en ellas, la farmacia es el servicio sanitario más accesible del país, y complementa y multiplica de forma decisiva para los ciudadanos la capacidad asistencial y técnica de los 3.055 centros de salud y 10.003 consultorios locales y la labor de los 30.838 médicos de familia en Atención Primaria. Pero el valor de la profesión farmacéutica va mucho más allá del ámbito comunitario y su red de farmacias.

La farmacia es el servicio sanitario más accesible del país, y complementa y multiplica de forma decisiva para los ciudadanos la capacidad asistencial y técnica de los 3.055 centros de salud y 10.003 consultorios locales y la labor de los 30.838 médicos de familia en Atención Primaria»

Farmacia hospitalaria, análisis clínicos, salud pública, industria, distribución farmacéutica, investigación, alimentación, óptica, ortopedia… Los 81.081 farmacéuticos colegiados en España dan fe de que el farmacéutico es ante todo un profesional sanitario de formación multidisciplinar que le permite intervenir en todos los ámbitos de la salud: desde la investigación de un nuevo medicamento hasta el seguimiento farmacoterapéutico, desde la educación y prevención de la enfermedad al consejo frente a los primeros síntomas, desde la detección temprana de factores de riesgo hasta el seguimiento personalizado, desde el cuidado de la salud pública hasta la primera alerta epidemiológica, desde la atención y cuidado del bebé hasta la del anciano. Esta versatilidad le hace esencial en un sistema cada vez más interconectado y complejo.

Esa visión global está en el corazón del enfoque One Health, que reconoce la interdependencia entre la salud humana, animal y medioambiental. La labor de los farmacéuticos en seguridad alimentaria, control de zoonosis, resistencias antimicrobianas o farmacovigilancia es prueba de una vocación integradora que va más allá del paciente individual, que cuida del entorno y de las condiciones que determinan la salud colectiva.
No es casual por eso que la edición 2025 del Día Mundial del Farmacéutico, que se celebrará el próximo mes de septiembre, haya elegido por lema “Piensa en salud, piensa en farmacia”, que sintetiza lo que las cifras estadísticas de colegiados ya muestran, que no se puede pensar hoy en salud sin contar con el potencial de la profesión farmacéutica en todos sus ámbitos de actuación. Ni tampoco es casual que a ese lema se le haya añadido la etiqueta #ConCienciaFarmacéutica para mejorar el mundo, que sintetiza ese doble potencial y compromiso de la profesión con la ciencia y el necesario abordaje social e integral de la salud.

Hoy, la profesión farmacéutica no necesita reinventarse: necesita ser reconocida en su integridad»

Hoy, la profesión farmacéutica no necesita reinventarse: necesita ser reconocida en su integridad. Como estructura básica de acceso, como red de vigilancia y educación en salud, como ámbito de innovación y también como agente de transformación social.
Porque si queremos un sistema más justo, sostenible y cercano, no basta con pensar en la sanidad como red de centros y hospitales. Necesitamos pensar más en salud —en su sentido más amplio— y ahí es donde la Farmacia, con mayúsculas, como profesión en todos sus ámbitos de actuación, está ya marcando el camino.

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