El 25 de septiembre no es una fecha cualquiera en el calendario. Hace ahora diez años que precisamente un 25 de septiembre Shakira se lanzó a versionar Imagine frente al Papa y centenares de líderes mundiales en la sede de Naciones Unidas. Aquel día el mundo celebraba la aprobación de la Agenda 2030, el sueño compartido que imaginaba un mundo mejor para todos nosotros.
Desde entonces, cada año en esa misma fecha, el planeta renueva su compromiso con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con la esperanza de transformar el mundo para que sea más justo, más saludable y más humano.
Por una hermosa coincidencia, el 25 de septiembre también celebramos el Día Mundial del Farmacéutico. Dos aniversarios que nacen en contextos distintos, pero que comparten ese sueño común de cuidar mejor de las personas. Porque si hay algo que nos define a los farmacéuticos es precisamente nuestra vocación de cuidar. Una vocación que no entiende de horarios, ni de obstáculos, ni de adversidades.
Si hay algo que nos define a los farmacéuticos es precisamente nuestra vocación de cuidar. Una vocación que no entiende de horarios, ni de obstáculos, ni de adversidades”
Hace ahora un año que esa vocación se puso a prueba. La DANA nos golpeó sin piedad. En cuestión de horas, el agua borró calles, hogares y farmacias. Muchas cruces verdes se apagaron bajo el barro… pero solo por un instante. Allí donde todo parecía hundirse, la profesión entera se levantó. Se improvisaron botiquines de campaña, se llevaron medicamentos hasta quienes no podían desplazarse y se reabrieron las farmacias contrarreloj. Una red invisible, pero firme garantizó que nadie quedara sin atención ni tratamiento. Aquel esfuerzo colectivo, ejemplo de nuestra vocación y resiliencia, dejó grabada una verdad sencilla y poderosa: sin farmacias no hay salud.
Desde esa certeza, y bajo el lema ‘Piensa en salud, piensa en farmacia’, este año en nuestro día mundial los farmacéuticos hemos reivindicado quiénes somos y lo que realmente representamos para la sociedad. Porque velar por la salud significa mirar más allá del medicamento y atender también al miedo, la soledad, la desigualdad o el medio ambiente.
El III Barómetro Social de la Farmacia que acabamos de presentar lo demuestra con hechos: cientos de proyectos alineados con los ODS de la Agenda 2030 que reflejan el compromiso de la profesión farmacéutica para transformar su entorno y cuidar de quienes más lo necesitan. Farmacias que acompañan a mayores que viven solos, que detectan casos de violencia de género, que promueven la salud mental o la sostenibilidad ambiental.
Una red humana que convierte cada mostrador en un punto de encuentro y cada farmacia en un espacio de transformación social, de salud y esperanza.
Pero no sólo desde la farmacia comunitaria. También contribuimos a transformar el mundo desde los hospitales, la distribución, la investigación, la industria o la salud pública. Porque detrás de cada farmacéutico, en cualquiera de sus ámbitos de actuación, hay siempre una historia que ayuda a transformar la ciencia en compromiso y servicio a los demás.
Este 25 de septiembre, como cada año, las calles y los edificios más emblemáticos de todo el país se iluminaron de verde en homenaje a nuestra profesión. Reflejaban el agradecimiento hacia esas cruces verdes que, día y noche, permanecen encendidas para cuidar de todos».
Por eso, este 25 de septiembre, como cada año, las calles y los edificios más emblemáticos de todo el país se iluminaron de verde en homenaje a nuestra profesión. Reflejaban el agradecimiento hacia esas cruces verdes que, día y noche, permanecen encendidas para cuidar de todos.
Una luz que, al compás de Imagine, nos recuerda cada año que soñar con un mundo más justo, más saludable y más humano no es una utopía, sino un compromiso que los farmacéuticos renovamos día a día, desde todos los ámbitos de nuestra profesión, cuidando de la salud y del bienestar de las personas.
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