Conseguir que el acceso a los medicamentos sea una garantía para todos; lograr que el desarrollo y el uso de los fármacos sea compatible con el cuidado del medio ambiente, e impulsar iniciativas sociales para combatir la violencia de género o la soledad no deseada es lluvia fina que está calando en la profesión farmacéutica y que se está logrando que germinen grandes y pequeños proyectos innovadores que refuerzan su compromiso con la salud y la cohesión.
Precisamente, porque la innovación social forma parte de la naturaleza de los farmacéuticos en sus distintos ámbitos de actuación profesional, permitiendo levantar una auténtica cultura de responsabilidad social colectiva, desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos se ha querido reconocer este esfuerzo con los Premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS, que cumplen ya su cuarta edición.
El objetivo de estos galardones no es otro que distinguir la gran labor que los farmacéuticos y los Colegios realizan, contribuyendo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
Este año, como novedad, el jurado de los premios, que cuenta con dos categorías, una social y otra medioambiental, ha concedido un Gran Premio, no previsto en las bases, al trabajo desarrollado por el Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia con motivo de la gran DANA.
El compromiso y la entrega de la profesión en una catástrofe que conmovió al país ha demostrado, una vez más que, en situaciones de emergencia y de necesidad, el farmacéutico siempre está ahí cuando se le necesita y que su trabajo, esfuerzo, vocación y valores son capaces de transformar el mundo.
Una muestra de ello son el resto de las iniciativas premiadas este año. Algunas han buscado reducir el impacto medioambiental de los inhaladores o repoblar la flora autóctona de una localidad, y otras, de carácter social, se han volcado con los colectivos vulnerables para, en unos casos, ofrecer educación sanitaria y prestar servicios farmacéuticos y, en otros, garantizar la continuidad de sus tratamientos facilitando el acceso a los medicamentos.
Estos proyectos son solo un reflejo de todo lo bueno que está haciendo la profesión de forma callada y silenciosa, sin grandes puestas en escena, sin focos ni luces, pero que merecen darse a conocer para que sirvan de ejemplo e inspiración para el resto. Para que esa mano que en un día tendió un farmacéutico para ayudar en su comunidad se convierta en miles y en cuantos más rincones de nuestra geografía, mejor.
Estos proyectos son solo un reflejo de todo lo bueno que está haciendo la profesión de forma callada y silenciosa, sin grandes puestas en escena, sin focos ni luces, pero que merecen darse a conocer para que sirvan de ejemplo e inspiración para el resto»
Ese efecto multiplicador se logra no solo con estos premios sino también gracias a la labor de los coordinadores sociales de los Colegios de Farmacéuticos, que, además, llevan a cada rincón de España la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica, en la que se enmarcan estos galardones.
Una Estrategia que actúa como palanca para canalizar el trabajo de los farmacéuticos en favor de la sociedad, contribuyendo a hacer frente a los retos previstos en la “Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030” del Gobierno de España y bajando al terreno las metas de los ODS, de Naciones Unidas, no solo las que tienen que ver con la salud sino también con la reducción de las desigualdades sociales, la educación, la igualdad de género o el cuidado del medioambiente.
En nuestro sector, ejemplos de acciones ligadas a los ODS hay muchos, entre ellos, el posicionamiento de las farmacias comunitarias como puntos violetas frente a la violencia de género; la creación de las Escuelas Rurales de Salud y las campañas para la detección de soledad no deseada o los cribados de ciertas enfermedades, como el cáncer y el VIH.
Solo hemos empezado el camino. Ahora toca seguir caminando juntos y marcar la senda que nos lleve a un mundo más justo y mejor para quienes lo habitan»
Estas iniciativas no son solo pasos individuales que han dado unos pocos. Las medidas contempladas en la Estrategia Social de la Profesión Farmacéutica, todas las acciones recogidas en el II Barómetro Social de la Profesión Farmacéutica (con más de 550 iniciativas alineadas con los ODS centradas en el buen uso del medicamento, la salud pública, la acción social y el medioambiente) así como los proyectos presentados a los premios del Consejo General son un reflejo de que el compromiso del farmacéutico con la sociedad forma parte de una actitud colectiva y de un movimiento compartido por muchos.
Solo hemos empezado el camino. Ahora toca seguir caminando juntos y marcar la senda que nos lleve a un mundo más justo y mejor para quienes lo habitan.
