La Diputación Provincial de Burgos ha concedido, por segundo año consecutivo, ayudas económicas a 50 farmacias rurales ubicadas en municipios con menos de 1.000 habitantes, con el objetivo de apoyar su viabilidad y garantizar la prestación de atención farmacéutica en el medio rural.
El acuerdo, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia del 23 de julio, asigna a cada una de estas oficinas de farmacia una cuantía de 1.824,32 euros, lo que supone un incremento de 324,32 euros respecto a las ayudas otorgadas en 2024. Además, 13 farmacias con viabilidad económica comprometida recibirán una aportación superior, de 2.500 euros, con un aumento de 500 euros en relación con el ejercicio anterior.
La iniciativa busca garantizar la continuidad de un servicio sanitario esencial y contribuir al mantenimiento de la población en el entorno rural, en línea con el compromiso institucional de la Diputación de preservar los derechos constitucionales de los habitantes de la provincia y favorecer el acceso equitativo a los servicios básicos.
La iniciativa busca garantizar la continuidad de un servicio sanitario esencial y contribuir al mantenimiento de la población en el entorno rural»
La farmacia rural, un servicio esencial
La Diputación de Burgos destaca que la farmacia rural constituye un servicio básico de interés público, al ser en muchos casos el único establecimiento sanitario disponible en las localidades más despobladas. Su mantenimiento resulta fundamental para asegurar el acceso a los medicamentos y a la atención farmacéutica, y para promover un nivel de calidad de vida similar al de los entornos urbanos.
El respaldo a estas farmacias forma parte de las políticas de cohesión territorial y de lucha contra la despoblación que impulsa la institución provincial. La medida pretende evitar el cierre de estos establecimientos, cuya viabilidad se ve comprometida por la disminución y el envejecimiento de la población a la que atienden.
La Ley 13/2001, de 20 de diciembre, de Ordenación Farmacéutica de Castilla y León, reconoce el derecho de todos los ciudadanos a la protección de la salud. Dicha protección incluye tanto la atención sanitaria que se ofrece en centros de salud y consultorios rurales como la atención farmacéutica que prestan las oficinas de farmacia y los botiquines farmacéuticos.
Una red farmacéutica que garantiza la atención en toda la provincia
La provincia de Burgos tiene una red de 198 oficinas de farmacia, de las cuales 83 se localizan en la capital, 14 en Miranda de Ebro, 12 en Aranda de Duero, 4 en Medina de Pomar, 3 en Briviesca y 82 en municipios rurales. A esta red se suman 32 botiquines farmacéuticos, que refuerzan la cobertura sanitaria en las zonas con menor población. En total, 230 puntos de atención farmacéutica garantizan el acceso a los medicamentos y el consejo profesional en el conjunto del territorio provincial.
De las 82 farmacias rurales, 50 han sido beneficiarias de las ayudas de la Diputación Provincial por prestar servicio en municipios con menos de 1.000 habitantes. Entre ellas, las 13 catalogadas con viabilidad económica comprometida recibirán una cuantía superior, destinada a compensar su situación y asegurar su continuidad.
Compromiso institucional y colaboración con la profesión farmacéutica
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos, Rodrigo Moral, expresó su agradecimiento a la Diputación Provincial por su implicación en la defensa de la farmacia rural y por mantener la convocatoria de ayudas iniciada en 2024. “Por segundo año consecutivo, la Diputación ha demostrado su compromiso con la farmacia rural como establecimiento básico de carácter sanitario, social y asistencial en el medio rural”, señaló.
La farmacia rural constituye la base de la atención sanitaria en los pueblos. Cuando cierra una farmacia, desaparece el último sanitario de ese entorno”
Rodrigo Moral, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Burgos
Moral recordó que la Diputación de Burgos fue la primera institución en España en promover una medida de apoyo específica para las farmacias rurales. “La farmacia rural es la base de la sanidad en los pueblos, cuando se cierra una farmacia y se cierra el botiquín farmacéutico, desaparece el último sanitario de ese entorno. Los farmacéuticos son una pieza clave para frenar la despoblación y garantizar la equidad en el acceso a los servicios de salud”, destacó.
Asimismo, subrayó la necesidad de que el Estado, la Junta de Castilla y León y los ayuntamientos se sumen a este tipo de iniciativas “para asegurar la continuidad de estos establecimientos sanitarios de primer orden”.
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