Nº486
Aunque inicialmente las vacunas son concebidas y desarrolladas para prevenir enfermedades concretas, en ocasiones, como ha ocurrido muchas veces a lo largo de la historia de la medicina con otros fármacos, descubrimos que estas herramientas de prevención tienen otras capacidades protectoras que nada tienen que ver con su objetivo primario. Son los apasionantes efectos inesperados de las vacunas, de los que ya hablamos con varios ejemplos en el número 430 de Panorama. En este número veremos cómo diversos estudios han comenzado a mostrar asociaciones entre la vacunación en adultos y un mejor envejecimiento, planteando la posibilidad de que estas intervenciones influyan en p