Los conservantes son sustancias químicas con actividad bacteriostática ampliamente utilizadas en la fabricación de medicamentos con el propósito de impedir el crecimiento de microorganismos, garantizando de este modo su estabilidad y seguridad. Los principales mecanismos de acción de los conservantes incluyen la inhibición de la síntesis de la pared celular, la variación de la permeabilidad de la pared celular, la alteración de los procesos metabólicos celulares y la inhibición de los procesos de reproducción.
En formulación magistral, los conservantes habitualmente empleados son agentes tensioactivos catiónicos, ésteres del ácido p-hidroxibenzoico