Las alteraciones pigmentarias o discromías tienen lugar cuando se produce un cambio en la producción de melanina, pigmento generado por los melanocitos de la epidermis y principal responsable de conferir las diferentes tonalidades de piel, cabello y ojos. Pueden ser localizadas, si afectan solo a ciertas áreas de la piel, o generalizadas, cuando afectan a varias zonas. En muchas ocasiones, los medicamentos de fabricación industrial disponibles no cubren todas las necesidades terapéuticas en este campo, siendo frecuente recurrir a la prescripción individualizada de fórmulas magistrales. Este segundo artículo de una serie que aborda las discromías más frecuentes