Nº400
Durante los siglos XIX y XX, la farmacia dejó de ser un arte empírico de manera definitiva. Necesitaba, cada día más, interrelacionarse con las disciplinas científicas y tecnológicas, mediante las cuales preparaba medicamentos progresivamente más seguros y eficaces.
Hasta el momento, los libros habían ocupado el papel preponderante en el aprendizaje y la difusión de las ciencias y las técnicas relacionadas con la farmacia. Ahora se necesitaba de una información mucho más puntual, más específica, más puesta al día y más f