Se entiende por discromía cualquier afección que se caracteriza por alteraciones en el color o aspecto de la piel; dicho aspecto viene determinado por la capacidad de los melanocitos de sintetizar melanina y transferirla a los queratinocitos. A grandes rasgos, se diferencia entre hipercromías, caracterizadas por aumento del color cutáneo, e hipocromías, en las que se produce una disminución o pérdida del color de la piel. Las discromías en su conjunto son un motivo frecuente de consulta en atención primaria y, si bien la mayoría representan una patología benigna, algunas pueden acarrear importantes problemas estéticos y psicológicos.
Las lesiones hipo e hiper