La esquizofrenia es una enfermedad mental grave de heterogénea presentación que interfiere en el desempeño global de la persona que la padece. El debut clínico suele ocurrir en la adolescencia o en adultos jóvenes, especialmente entre los varones, a quienes afecta en mayor medida (prevalencia de 0,45% vs. 0,29% en mujeres); sin embargo, en las mujeres se observa un incremento de la incidencia a partir de los 50 años. Las manifestaciones clínicas características incluyen síntomas positivos (como delirios, alucinaciones, agresividad en algunos casos), síntomas negativos (anhedonia, desinterés social, aplanamiento afectivo), síntomas cognitivos que afectan a la