Nº398
Los ictus representan la segunda causa de muerte y el condicionante más importante de incapacidad permanente en el adulto. Se producen por un trastorno brusco de la circulación cerebral, y se manifiestan por síntomas variados, a menudo graves. El 80% de los ictus se produce por falta de riego sanguíneo cerebral, dando lugar a un infarto, mientras que los demás son hemorrágicos y se deben a la rotura de una arteria. Los factores de riesgo más importantes del ictus son la hipertensión arterial, la diabetes, el tabaquismo, la hipercolesterolemia y la fibrilación auricular. El