La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) acaba de hacer pública una nueva declaración sobre la dieta y la salud cardiaca en la que, en base a la revisión actualizada de la evidencia científica, presenta 10 características claves de un patrón de alimentación cardiosaludable, que puede contribuir a una disminución del riesgo de diversas enfermedades cardiovasculares en todas las etapas de la vida. Esto se revela como una medida fundamental de promoción de la salud, pues está sólidamente demostrado que la mala calidad de la dieta, por otra parte, se relaciona de forma estrecha con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte. Dicho de otro modo: la implantación de la profilaxis cardiovascular a través de la dieta es importante desde la infancia hasta la edad adulta para reducir el riesgo de desarrollar niveles elevados de colesterol “malo”, hipertensión, obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
Partiendo de la idea de que los hábitos alimentarios pueden adaptarse a las preferencias personales, los estilos de vida, las prácticas étnicas y religiosas, y las etapas de la vida de las personas, se establecen las siguientes características de la dieta para promover una buena salud cardiaca:
Es la primera vez que la AHA resume las evidencias que abordan la sostenibilidad y destaca que los patrones de alimentación cardiosaludable son también buenos para el medioambiente. Además, enumeran varios desafíos, incluidos los factores sociales que hacen más difícil adoptar o mantener estos patrones (entre otros, la desinformación generalizada en internet, la falta de educación nutricional en enseñanza primaria o el marketing específico de alimentos y bebidas poco saludables), y sugiere medidas de salud pública para abordar estos desafíos, tales como la introducción temprana de la educación sobre alimentación y nutrición en todos los niveles escolares.