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¿Son capaces las vacunas de frenar los contagios por SARS-CoV-2?

Publicado en Nº444 Nº444

Está sobradamente probado que las vacunas, además de seguras, son inmunógenas y protegen frente a la COVID-19 sintomática y su gravedad, y posteriormente también se ha demostrado que reducen la tasa de infecciones asintomáticas por SARS-CoV-2. Pero una de las principales incertidumbres que permanecían tras los ensayos clínicos pivotales era si son capaces de frenar el contagio del virus a partir de las personas vacunadas y cortar la cadena de trasmisión. Con el paso de los meses, han aparecido algunos trabajos que dan respuesta a esta cuestión.

Entre los más destacados, un estudio no revisado aún por pares1, realizado por la Agencia de Salud Pública de Reino Unido, se apoyó en un cruce masivo de datos de infección y vacunación relativos a más de 300.000 unidades familiares y casi 1,5 millones de personas de aquel país. Con la asunción de que el entorno domiciliario es uno de los que más riesgo de transmisión conlleva, usaron una muestra con 365.447 positivos considerados casos índice, y vieron que, entre enero y marzo se produjeron otras 102.000 infecciones secundarias en sus hogares en los primeros 14 días siguientes al diagnóstico. Entre otros resultados, observaron que en las viviendas en que el caso índice había sido vacunado (la mayor parte de ellos solo había recibido una sola dosis), la tasa de casos secundarios era del 6,0%, frente al 10,1% de contagios cuando el caso índice no había sido inmunizado. Esto indica que las vacunas rebajan en más de un 40% la probabilidad de que la propagación del virus dentro de una casa; el porcentaje ascendía hasta la mitad del riesgo (49%) si se consideraban particularmente las vacunas Vaxzevria® y Comirnaty®. Y la probabilidad de contagio entre familiares descendía en mayor grado cuanto más tiempo había pasado desde la vacunación del caso índice.

Otra investigación realizada en Escocia con casi 145.000 trabajadores sanitarios y 195.000 convivientes evidenció que, a las 2 semanas de la vacunación con la primera dosis de las citadas vacunas, los convivientes de los trabajadores vacunados infectados tenían un riesgo sustancialmente reducido –un 30% menor (HR= 0,70; IC95% 0,63-0,78)– en comparación con los convivientes de trabajadores sanitarios no vacunados. Esto se traducía, consecuentemente, en un menor riesgo de hospitalización (HR= 0,77; IC95% 0,53-1,10). El riesgo de contagio se reducía en mayor medida tras 14 días desde la segunda dosis (HR= 0,46; IC95% 0,30-0,70).

Tales hallazgos, junto a otros que demuestran que las vacunas pueden reducir notablemente la carga viral, condicionante fundamental de la capacidad de contagio, son confirmatorios de que la vacunación no solo protege a quien la recibe, sino también a quienes le rodean, por su efecto de freno sobre la cadena de contagios.

Bibliografía

    • Shah AS, Gribben C, Bishop J, Hanlon P, Caldwell D, Wood R et al. Effect of vaccination on transmission of COVID-19: an observational study in healthcare workers and their households. medRxiV. 2021. DOI: https://doi.org/10.1101/2021.03.11.21253275.

1 Disponible en: https://khub.net/documents/135939561/390853656/Impact+of+vaccination+on+household+transmission+of+SARS-COV-2+in+England.pdf/35bf4bb1-6ade-d3eb-a39e-9c9b25a8122a?t=1619601878136.

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