Nº464
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad del sistema nervioso que provoca una parálisis muscular progresiva como consecuencia de la muerte de neuronas motoras en el cerebro y en la médula espinal. Aunque la ELA se ha relacionado con alteraciones en más de 30 genes, su causa concreta no se conoce, lo cual dificulta el desarrollo de fármacos dirigidos a una diana específica, de modo que actualmente no se dispone de un tratamiento curativo de la enfermedad. Los tratamientos disponibles están encaminados a paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, siendo fundamental la ventilación mecánica en estadios avanzados debido a la parálisis de los músculos respiratorios. La muerte se suele producir a los 2-4 años tras el diagnóstico.
En una novedosa investigación a partir de un modelo in vitro de neuronas motoras derivadas de células madre pluripotentes inducidas (iPSC, por sus siglas en inglés), se observó la posible utilidad de ropinirol, un agonista dopaminérgico indicado en la enfermedad de Párkinson, en el tratamiento de la ELA.
Así, se ha llevado a cabo un estudio clínico aleatorizado de fase 1/2a en 20 pacientes con ELA esporádica, la forma más común de la enfermedad, en la cual no se encuentra un factor de riesgo asociado a su desarrollo. En el estudio, doble ciego durante las 24 primeras semanas, los pacientes recibieron tratamiento con ropinirol (N= 15) o placebo (N= 5). Posteriormente, en una fase de extensión abierta, todos los pacientes recibieron ropinirol.
Los resultados indican que durante las primeras 24 semanas, los pacientes en tratamiento con ropinirol no presentaron diferencias respecto al grupo de placebo en la escala ALSFRS-R, que permite evaluar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, durante el periodo de extensión el grupo que previamente había recibido ropinirol presentó una supervivencia libre de progresión de 27,9 semanas adicionales respecto al brazo de placebo. El mecanismo de acción todavía no se conoce por completo, pero podría estar relacionado con el efecto agonista de ropinirol sobre los receptores D2 de la dopamina y con su capacidad para inhibir la vía SREBP2 de la síntesis de colesterol.
Con la ventaja de ser un medicamento conocido y por lo general bien tolerado, ropinirol podría ser un buen candidato a tratamiento de la ELA en un contexto de ausencia de alternativas farmacoterapéuticas. Sin embargo, la muestra utilizada en el estudio es demasiado reducida y no queda claro el motivo por el que no se observan diferencias entre el tratamiento y el placebo durante las 24 primeras semanas. Por ello, se requiere de estudios más amplios que contribuyan a esclarecer el mecanismo de acción y el perfil de eficacia del fármaco.