Nº398
Los resultados de un reciente metanálisis en el que se estudiaron los efectos de los diversos agentes hipolipemiantes (estatinas u otros) que actúan a través de la regulación positiva de la expresión del receptor de LDL para reducir los niveles de LDL-colesterol (LDLc), sugieren que la reducción del riesgo de eventos vasculares graves es independiente del mecanismo por el que se reducen dichos niveles de LDLc: cuando menores sean tanto más bajas son las tasas de eventos coronarios.
Hoy día nadie cuestiona seriamente el positivo papel de los hipolipemiantes de tipo estatina en la prevención del riesgo cardiovascular en personas con altos niveles de colesterol total y, especialmente, de LDLc. Sin embargo, todavía hay un cierto grado de incertidumbre sobre el papel que pueden tener el resto de hipolipemiantes que no forman parte de las estatinas; por ello, se ha llevado a cabo una amplia revisión bibliográfica y el metanálisis de los datos ordenados y acumulados, determinando explícitamente el riesgo relativo de eventos vasculares graves (una variable compuesta por la suma de las incidencias de muerte de origen cardiovascular, infarto agudo de miocardio, revascularización coronaria e ictus), asociada a la reducción de los niveles de LDLc, así como la tasa de eventos coronarios graves durante los últimos cinco años en relación con los niveles obtenidos de LDLc. Los autores del estudio seleccionaron un total de 49 ensayos clínicos, en los que estaban incluidos 312.175 participantes (media de 62 años de edad, 76% varones y niveles basales de LDLc de 122,3 mg/dl).
Los resultados mostraron que por cada 38,7 mg/dl (1 mmol/l) de descenso de los niveles de LDLc, el riesgo cardiovascular descendía en un 23% (riesgo relativo, RR=0,77; IC95% 0,71 a 0,84; p<0,001) para las estatinas y en un 25% (RR=0,75; IC95% 0,66 a 0,96; p=0,002) para las intervenciones hipolipemiantes activas sobre la expresión de receptores de LDL de tipo no estatina (dieta, resinas de intercambio iónico, cirugía del íleon o ezetimiba). Por lo que se refiere al nivel de LDLc final alcanzado con el tratamiento. Asimismo, el nivel de LDLc final alcanzado por el tratamiento fue relacionado con la reducción de la tasa de eventos coronarios graves, tanto en los ensayos clínicos de prevención primaria (1,5% por cada descenso de 1 mmol/l) como secundaria (4,6%).