Nº431
Diversos estudios clínicos han puesto de manifiesto que los eventos adversos agudos más frecuentemente relacionados con la administración de sildenafilo –un fármaco usado en primera línea del tratamiento de la disfunción eréctil masculina y en general considerado como seguro– incluyen cefalea, acidez estomacal, rubefacción y ciertas alteraciones visuales, entre las que destacan visión borrosa, fotofobia y cianopsia (visión teñida de azul); estas reacciones adversas suelen disminuir tras unas 3-5 horas, el tiempo que suele durar su efecto farmacológico. No obstante, en los últimos años, han aparecido diversas evidencias que apuntan al riesgo de eventos adversos oculares diferidos derivados del uso en varones sanos de fármacos del mismo grupo –inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (PDE-5)–, como vardenafilo.
En esa línea, recientemente se ha publicado un estudio retrospectivo de casos en el que 17 pacientes, que habían recibido una dosis única de 100 mg de sildenafilo (la máxima dosis recomendada) con el objetivo de mejorar su capacidad de alcanzar y mantener la erección, experimentaban alteraciones visuales persistentes durante más de 24 horas. Los 17 pacientes eran hombres sanos, con una media de edad de 47 años, que tomaron por primera vez el fármaco sin prescripción médica; en las 48 horas siguientes tuvieron que acudir a un centro hospitalario de Turquía para solicitar asistencia médica.
Las pruebas diagnósticas pusieron de manifiesto que de los 17 pacientes, 9 tenían fotofobia (sensibilidad a la luz), 13 referían una percepción alterada del color (sobre todo, visión azulada y ceguera verde/rojo), 9 tenían una agudeza visual alterada, 3 presentaban deficiencias en la estereopsis (fenómeno por el cual el cerebro es capaz de recomponer una imagen tridimensional a partir de dos imágenes ligeramente diferentes proyectadas en la retina de cada ojo), 6 mostraban una alteración de la sensibilidad al contraste y 8 tenían las pupilas anormalmente dilatadas. Cabe destacar que se detectó una superposición casi completa entre la fotofobia y el deterioro de la visión del color. La totalidad de estas alteraciones visuales se resolvieron en los siguientes 21 días.
Parece evidente, por tanto, que si bien los eventos adversos persistentes del sildenafilo parecen ser muy raros en base a su frecuencia, la mayor sensibilidad a dicho fármaco que muestran algunas personas (debido quizás a posibles variaciones de la capacidad metabólica del fármaco) sugiere que sería conveniente iniciar siempre los tratamientos con dosis de prueba bajas (25-50 mg), para posteriormente ir incrementándolas si fuera necesario. Es recomendable, además, que el uso del fármaco para el tratamiento de la ansiedad sexual asociada a la disfunción eréctil se haga bajo supervisión médica, con especial importancia en aquellas personas que lo toman por primera vez. Conviene recordar que, en España, todas las presentaciones comerciales de medicamentos con sildenafilo están sujetas a prescripción médica.