Monodosis

No hay que confundir las grasas saturadas con las trans

Publicado en Nº387 Nº387

El origen de estas grasas trans puede ser natural (sobre todo a partir de la leche de rumiantes) o industrial; estas últimas son aceites vegetales que han sido solidificados a través de procesos de hidrogenación a alta presión y temperatura. Químicamente, se trata de ácidos grasos insaturados con uno o varios enlaces dobles aislados (no conjugados) en una configuración TRANS (por oposición a la CIS). La industria alimentaria utiliza estas grasas para ayudar a controlar la forma, la textura y la vida útil de muchos alimentos preparados; en este sentido, los productos hechos con estas grasas permanecen frescos por más tiempo y se prolonga su tiempo de conservación antes de enranciarse. Hay abundante documentación científica que relaciona el consumo habitual de grasas trans con un aumento de los niveles sanguíneos de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y una disminución de las de alta densidad (HDL).

Frecuentemente, se asocian los riesgos de las grasas trans con los de las grasas saturadas (de origen fundamentalmente animal, formadas por ácidos grasos y esteroles saturados, es decir, sin dobles enlaces en su estructura química). Sin embargo, no está nada claro que los riesgos sean los mismos. Por ello, se ha procedido a realizar una revisión sistemática y el correspondiente metanálisis de la asociación entre la ingesta de grasas saturadas y grasas insaturadas trans (tanto de origen industrial como las procedentes de animales rumiantes) y la mortalidad por cualquier causa, la morbimortalidad de la enfermedad cardiovascular (ECV), de la enfermedad coronaria (CHD), del ictus isquémico y de la diabetes tipo 2. En total, se analizaron estudios prospectivos de cohorte incluyendo a 339090 personas en el caso de las grasas saturadas y 230135 en las grasas trans.

La ingesta de grasas saturadas no se asoció con mortalidad por cualquier causa (riesgo relativo, RR=0,99; IC95% 0,91 a 1,09), la enfermedad cardiovascular (RR=0,97; IC95% 0,84 a 1,12, la mortalidad coronaria (RR=1,06; IC95% 0,95 a 1,17), accidentes cerebrovasculares isquémicos (RR=1,02; IC95% 0,90 a 1,15) o diabetes de tipo 2 (RR=0,95; IC95% 0,88 a 1,03). En cambio, el consumo total de grasas trans se asoció con la mortalidad por todas las causas (RR=1,34; IC95% 1,16 a 1,56), la mortalidad cardiovascular (RR=1,28; IC95% 1,09 a 1,50), y la morbilidad cardiovascular global (RR=1,21; IC95% 1,10 a 1,33), pero no con el accidente cerebrovascular isquémico (RR=1,07; IC95% 0,88 a 1,28) o la diabetes de tipo 2 (RR=1,10; IC95% 0,95 a 1,27. Asimismo, las grasas trans Industrial, pero no las naturales de origen rumiante, se asociaron con la mortalidad cardiovascular (RR=1,18; IC95% 1,04 a 1,33) y las morbilidad cardiovascular (RR=1,42; IC95% 1,05 a 1,92; vs. RR=0,93; IC95% 0,73 a 1,18); de hecho, el consumo de ácido trans-palmitoleico, de origen rumiante, se asoció inversamente con la diabetes de tipo 2 (RR=0,58; IC95% 0,46 a 0,74).

Bibliografía

  • de Souza RJ, Mente A, Maroleanu A, Cozma AI, Ha V, Kishibe T, et al. Intake of saturated and trans unsaturated fatty acids and risk of all cause mortality, cardiovascular disease, and type 2 diabetes: systematic review and meta-analysis of observational studies. BMJ. 2015; 351: h3978. doi: 10.1136/bmj.h3978.

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