Nº382
Es evidente que la lucha contra las enfermedades infecciosas ha avanzado notablemente; pero no es menos evidente que los patógenos transmisibles siguen constituyendo una enorme amenaza para la salud humana y animal. En este sentido, las complejas dinámicas ecológicas y evolutivas de las infecciones presentan en una amplia gama de escalas temporales, de organización y de distribución geográfica, que están interconectadas entre sí interconectadas, abarcando desde solo unas pocas horas hasta meses y años, desde el nivel celular hasta ecosistemas completos, y desde ámbitos locales hasta la propagación mundial. Por otra parte, algunos microbios patógenos se transmiten directamente entre individuos de una misma especie, mientras que otros circulan entre varios huéspedes, necesitan artrópodos vectores o pueden sobrevivir en uno o varios reservorios disponibles en el entorno. Existen numerosos factores, como el incremento de la resistencia a los antimicrobianos, el aumento de la conectividad humana (globalización) y los continuos cambios del comportamiento humano, que elevan la importancia de la prevención y el control de estos aspectos asuntos desde el plano de las políticas locales o nacionales, hasta convertirse en un auténtico desafío internacional. A la vista de esta complejidad, los modelos matemáticos ofrecen valiosas herramientas para sintetizar la información y comprender los patrones epidemiológicos, así como para el desarrollo de pruebas cuantitativas para la toma de decisiones en salud global. Los modelos matemáticos permiten sondear la complejidad aparentemente intratable de dinámica de las enfermedades y sus mecanismos de transmisión, lo que redunda en el diseño de nuevos enfoques de prevención y control en salud pública, a escala tanto nacional como internacional.