Nº420
La inagotable evidencia relacionada con los beneficios del estilo de vida y una dieta adecuada sobre la salud de las personas confirma a ambas estrategias como dos de las más efectivas en la prevención de una gran diversidad de patologías.
Un reciente ensayo clínico aleatorizado investigó los efectos independientes y aditivos del ejercicio aeróbico y la dieta DASH1 (Dietary Approaches to Stop Hypertension) en la capacidad funcional de 160 hombres y mujeres (de más de 55 años) con deterioro cognitivo sin demencia y con factores de riesgo de patología cardiovascular. Los pacientes que se enrolaron en el estudio estuvieron sometidos, durante 6 meses, a una de las siguientes intervenciones: ejercicio aeróbico, cambios nutricionales de la dieta DASH, una combinación de ambos o exclusivamente educación sanitaria.
En base a los resultados obtenidos, solo experimentaban mejoras significativas en la variable primaria de capacidad funcional (medida compuesta de diversas variables pre-establecida por los investigadores) aquellos pacientes que realizaron ejercicio físico (d=0,32, p=0,046), pero no aquellos que se adhirieron a la dieta DASH (d=0,30, p=0,059). Los mayores beneficios se observaron en aquellos pacientes del brazo de intervención actividad física + dieta DASH en comparación con aquellos que recibían educación sanitaria.
Un mayor ejercicio aeróbico (b=2,3, p=0,049), la reducción del riesgo cardiovascular (b=2,6, p=0,042) y la reducción de la ingesta de sodio (b=0,18, p=0,024) fueron los principales factores relacionados con mejoras en la capacidad funcional, si bien no se hallaron mejoras significativas en las habilidades de memoria o lenguaje/fluidez verbal.
El progresivo envejecimiento de la población y el riesgo de deterioro cognitivo asociado a una edad media creciente ponen en valor la importancia de mantener en el tiempo un alto grado de independencia funcional. Además de aportar otros beneficios, el ejercicio físico aeróbico resulta clave en la mejora de esta capacidad funcional.