Monodosis

Los ancianos y la hipertensión… mal diagnosticada

Publicado en Nº374 Nº374

La evidencia para el tratamiento de la hipertensión en las personas mayores se limita a los estudios controlados con placebo, con el fin de reducir la presión arterial en personas mayores de 60 años que tenían presión arterial sistólica por encima de 160 mmHg. Generalmente, la determinación puntual de la presión arterial se realiza de forma incorrecta, sin tener en cuenta el llamado efecto de “bata blanca”, sin descartar fenómenos como la hipertensión enmascarada, el ortostatismo, la hipotensión postprandial o la pseudohipertensión; de hecho, hay estudios que demuestran que si la determinación de la presión arterial se realizase a los largo de todo un día (mediante un holter), el objetivo del tratamiento debería ser sustancialmente inferior. La apnea del sueño, el dolor, la hipoglucemia nocturna, las drogas, el exceso de producción de aldosterona y el feocromocitoma deben ser considerados como posibles causas de la hipertensión en las personas mayores. Una reciente revisión concluye que la evidencia clínica contrastada apoya el uso de un diurético a dosis bajas o un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) como la terapia de primera línea más apropiada en las personas mayores.

Morley JE. Treatment of hypertension in older persons: what is the evidence? Drugs Aging. 2014; 31(5): 331-7. doi: 10.1007/s40266-014-0171-7.

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