Monodosis

Las prescripciones intrahospitalarias de antimicrobianos como campo de optimización

Publicado en Nº458 Nº458

Las resistencias a los agentes antimicrobianos representan actualmente –y a futuro– uno de los principales desafíos tanto para la investigación sanitaria como para los sistemas de salud. Una problemática que ha ido ganando cada vez más relevancia debido en buena medida al uso excesivo –en ocasiones, mal uso– que se ha hecho de los antibióticos a lo largo de las décadas pasadas, tanto en humanos como en animales. La sujeción a prescripción médica de los medicamentos antimicrobianos en España pretende atajar una parte el problema, en tanto que su uso requiere un diagnóstico previo por un médico o veterinario. Sin embargo, las resistencias adquiridas en el pasado por muchos microorganismos patógenos y el desarrollo de nuevos mecanismos de resistencia, ocasionados por factores como el incumplimiento de la pauta posológica o los tratamientos empíricos no adecuados, entre otros, obligan a perseverar en la optimización de su uso.

Recientemente se han publicado los datos de un estudio –denominado PAUSATE– realizado en España sobre el uso hospitalario de antimicrobianos. Se trata de una investigación observacional, multicéntrica y transversal, sobre el 10% de los pacientes ingresados en los 103 hospitales participantes un día del mes de abril de 2021. Los autores, farmacéuticos hospitalarios, utilizaron un algoritmo para calificar la prescripción como adecuada, mejorable, inadecuada o no valorable. Se revisó el tratamiento de 3.568 pacientes, de los que 1.498 (42,0%) recibieron terapia antimicrobiana; de entre estos, 424 (28,3%) recibieron terapia combinada. Los antibióticos más frecuentemente prescritos fueron amoxicilina-clavulánico (7,2%), ceftriaxona (6,4%), piperacilina-tazobactam (5,8%) y meropenem (4,0%). Los antifúngicos y antivirales tienen una presencia muy inferior, siendo los principales fluconazol (1,7%) y aciclovir (1,3%), respectivamente. Estos datos están en consonancia con los que publicó la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) en 2019.

La prescripción se consideró adecuada en el 34% de los casos, mejorable en el 45%, inadecuada en el 19% y no valorable en el 2%, en función de variables como la indicación del antimicrobiano, la pauta posológica, la duración del tratamiento o el registro en la historia clínica. Entre otros hallazgos, se vio que era mucho más frecuente la duración excesiva del tratamiento frente a una duración corta (19% vs 2%). No obstante, especial preocupación comporta el hecho de que casi una de cada cinco prescripciones se considerara inadecuada, o sea, la consideración del tratamiento por parte del farmacéutico como innecesario, ineficaz o perjudicial para el paciente.

Si bien el estudio cuenta con varias limitaciones, entre las que destacan un sesgo de selección al incluir únicamente a pacientes que recibieron tratamiento antimicrobiano (excluyendo a pacientes que lo necesitaban y no lo recibieron) o la recogida de datos durante un periodo de exceso de ingresos por COVID-19, lo que pudo ocasionar un mayor número de prescripciones de antimicrobianos, el estudio evidencia que, a pesar del alto nivel de concienciación y de la puesta en marcha de acciones como el PRAN (Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos), todavía existe un amplio margen de mejora en el uso racional de los medicamentos antimicrobianos.

Bibliografía

    • Gutiérrez-Urbón JM, Arenere-Mendoza M, Fernández-de-Gamarra-Martínez E, Fernández-Polo A, González-Suárez S, Nicolás-Picó J et al. Estudio PAUSATE: Prevalencia y adecuación del uso hospitalario de antimicrobianos en España. Farmacia Hospitalaria. 2022; 46(5): 271-81. DOI: 10.7399/fh.13152

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