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La biología molecular ha demostrado consistentemente que, en las células eucariotas, una característica distintiva del envejecimiento es la pérdida de información epigenética, esto es, cambios en el ADN celular sin que se modifique la propia secuencia genética (o lo que es lo mismo, la afectación por factores externos –como dieta, estrés o actividad física, entre otros– de la expresión de los genes).
En la eterna búsqueda de la ciencia de encontrar remedios para frenar o retrasar el envejecimiento, un grupo internacional de investigadores probó que la inducción ectópica de los factores de Yamanaka1 OCT4, SOX2 y KLF4 (OSK) en mamíferos puede restaurar los patrones de metilación del ADN juvenil, los perfiles de transcripción y la función del tejido, sin borrar la identidad celular, en un proceso que requiere una desmetilación activa del ADN.
La novedad de una reciente investigación radica en que, con el objetivo de identificar posibles moléculas que puedan revertir el envejecimiento sin alterar el genoma, realizaron ensayos celulares de alto rendimiento –en diversos tejidos y órganos, como el nervio óptico, el cerebro, los riñones y los músculos– en los que se consiguió distinguir las células jóvenes de las viejas y senescentes; entre otros, estudios de relojes de envejecimiento basados en la transcripción y una compartimentación nucleocitoplasmática en tiempo real.
Los autores fueron capaces de identificar seis cócteles químicos que, en menos de una semana y sin comprometer la identidad celular, son capaces de restaurar in vivo (modelo murino) un perfil juvenil de transcripción de todo el genoma y una edad transcriptómica inversa. En las mezclas de sustancias estudiadas se incluyeron compuestos experimentales pero también otras moléculas autorizadas para su uso en humanos, como es el caso del ácido valproico o la tranilcipromina. Incluso se han divulgado noticias posteriores que apuntan a que por esta vía han conseguido mejorar –regenerar– la visión tanto de ratones como de monos.
Este tipo de descubrimientos –en la línea de que el rejuvenecimiento celular se puede alcanzar no solo por técnicas genéticas sino también por métodos químicos– allanan el camino hacia una medicina regenerativa rodeada de intensos debates bioéticos, pero que se postula como un potencial abordaje de muchas enfermedades relacionadas con la edad y para la recuperación de lesiones. De nuevo, se vislumbran numerosas limitaciones: entre otras, el hecho de que la reversión del envejecimiento celular debe realizarse sin provocar su crecimiento desordenado, lo cual podría convertirlas en cancerosas.
1 Los factores de Yamanaka son un conjunto de factores de transcripción que juegan un papel vital en la creación de células madre pluripotentes inducidas (células que tienen la capacidad de diferenciarse a cualquier célula en nuestro organismo). Toman el nombre del científico japonés que los identificó por primera vez, Shinya Yamanaka, premio Nobel de medicina en 2012 por sus estudios en el campo de las células madre.