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Fibrilación auricular: la muerte va por barrios

Publicado en Nº398 Nº398

La fibrilación auricular es una forma de arritmia cardiaca que ocurre cuando las aurículas fibrilan o “tiemblan”, debido a una elevada e irregular frecuencia de latidos (más de 300 por minuto, frente a los 60-100 fisiológicos en reposo). Aunque no se la suele considerar en sí misma como peligrosa, si persiste y no recibe un tratamiento adecuado, las complicaciones orgánicas pueden llegar a ser mortales, ya que la fibrilación de las aurículas provoca una reducción de la cantidad efectiva de sangre bombeada hacia los ventrículos, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo que, en el caso de desprenderse podría circular por el torrente sanguíneo. Una vez en éste, podría alcanzar un punto en que obturase un vaso (embolización), provocando un accidente cerebrovascular (el 15% de estos tienen su origen en una fibrilación auricular no tratada) o un infarto de miocardio, entre otros posibles cuadros de origen trombótico. De hecho, se estima que la fibrilación auricular incrementa entre 4 y 5 veces el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico y de eventos embólicos sistémicos. Por otro lado, sin tratamiento, la fibrilación auricular también puede acabar provocando una taquicardia ventricular, lo que debilitaría gradualmente la pared de los ventrículos (cardiomiopatía), llegando, con el tiempo, a una insuficiencia cardiaca.

La fibrilación auricular es uno de los tipos más comunes de arritmia cardiaca. En España, la prevalencia de fibrilación auricular es elevada (4,4%) en la población general mayor de 40 años, similar en varones y mujeres, incrementándose sensiblemente y de forma escalonada a partir de los 60 años. Se estima en más de 1 millón de pacientes con fibrilación auricular en la población española, de los que más de 90.000 están sin diagnosticar.

Sin embargo, la distribución geográfica de la incidencia de ictus y de su nivel de mortalidad presenta grandes diferencias interregionales, como ha evidenciado un reciente estudio de cohortes, lo que sugiere que hay factores distintos a las variables clínicas convencionales que deben ser consideradas también. En concreto, el estudio hizo un registro prospectivo de pacientes en 47 países que acudieron servicios de urgencias de hospitales con fibrilación o aleteo (flutter) auricular como un diagnóstico primario o secundario. En total, se incluyó a 15.400 personas para determinar la ocurrencia de muerte e ictus (los resultados primarios) en esta cohorte, procedente de América del Norte, Europa Occidental, Australia, América del Sur, Europa del Este, Oriente Medio, la media luna del Mediterráneo, África subsahariana, India, China y el sudeste asiático), un año después de asistir a urgencias.

Los resultados mostraron que al cabo de un año, había muerto el doble de los pacientes en América del Sur (17%) y África (20%), que en América del Norte, Europa Occidental y Australia (10%, p<0,0001). La insuficiencia cardíaca fue la causa más común de muerte (30%) mientras que el ictus provocó un 8% de las muertes. Durante el periodo, un 4% de los pacientes habían tenido un ictus, correspondiendo el 3% para los que la fibrilación auricular fue un diagnóstico primario y 5% para los que fue un diagnóstico secundario (p<0,0001). El mayor número de ictus se produjeron en pacientes en África (8%), China (7%) y el sudeste asiático (7%), mientras que el más bajo se produjo en la India (<1%); en América del Norte, Europa occidental y Australia el porcentaje fue del 3%.

Bibliografía

  • Healey JS, Oldgren J, Ezekowitz M, Zhu J, Pais P, Wang J, et al; RE-LY Atrial Fibrillation Registry and Cohort Study Investigators. Occurrence of death and stroke in patients in 47 countries 1 year after presenting with atrial fibrillation: a cohort study. Lancet. 2016; 388(10050): 1161-9. doi: 10.1016/S0140-6736(16)30968-0.

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