Nº411
Las técnicas de reproducción asistida (TRA) tienen como objetivo facilitar el embarazo en mujeres que tienen dificultades para concebir. Las más comunes son la fecundación in vitro (FIV) y la inyección intracitoplasmática de espermatozoides. En ambos casos se requiere un tratamiento previo de inducción de la ovulación en la mujer, con el obvio objetivo de que ésta disponga de óvulos maduros para ser fertilizados.
Entre las mujeres que se someten a la fecundación in vitro, se ha demostrado que la transferencia de embriones congelados resulta en una mayor tasa de nacidos vivos que la transferencia de embriones frescos, en aquellas con infertilidad asociada con el síndrome de ovario poliquístico, pero hasta ahora no se sabía si la transferencia de embriones congelados produce un beneficio similar en mujeres con infertilidad que no está asociada con este síndrome.
En un recientes ensayo multicéntrico y aleatorizado, se asignó a 2157 mujeres que estaban pasando por su primer ciclo de fertilización in vitro para someterse a la transferencia de embriones frescos o recuperados a partir de embriones criopreservados (congelados). Se transfirieron hasta dos embriones en estadio de escisión en cada participante. Los resultados mostraron que la tasa de nacidos vivos no difirió significativamente entre el grupo en los que se implantaron embriones criopreservados y el de embriones frescos (48,7 vs. y 50,2%; riesgo relativo RR = 0,97; IC95% 0,89 a 1,06; p = 0,50). Tampoco hubo diferencias significativas en las tasas de implantación, embarazo clínico, pérdida del embarazo y embarazo en curso. La transferencia de embriones criopreservados resultó en un riesgo significativamente menor de síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) que la de embriones frescos (0,6 vs. y 2,0%; RR = 0,32; IC95% 0,14 a 0,74; p = 0,005). Los riesgos de complicaciones obstétricas y neonatales y otros resultados adversos no difirieron significativamente entre los dos grupos.
Cabe indicar, que el síndrome de hiperestimulación ovárica es una complicación derivada de la estimulación ovárica inducida que se produce durante la fase lútea o el embarazo temprano. El síndrome se refiere a una combinación de agrandamiento de los ovarios debido a múltiples quistes ováricos y a la incorporación de líquido desde el espacio intravascular al tercer compartimento debido al aumento de la permeabilidad capilar. El SHO sigue siendo actualmente una de las principales complicaciones de la estimulación ovárica dentro de las técnicas de reproducción asistida, con una incidencia que llega a superar el 2% en los países europeos, aunque probablemente sea incluso mayor ya que se considera que está infradocumentado.
Por el contrario, entre las mujeres infértiles sin el síndrome de ovario poliquístico sometidas a fecundación in vitro, la transferencia de embriones congelados o frescos no produjo diferencias significativas en términos de tasas de embarazo o de nacidos vivos.