Nº414
Siempre se ha considerado que una mujer que tiene un buen estado de salud en el momento de la concepción tiene más probabilidades de tener un embarazo sin complicaciones y un niño sano. Ciertamente, los estudios observacionales muestran estrecho vínculos entre la salud antes del embarazo y los resultados de salud materna e infantil, con consecuencias que pueden extenderse a través de las generaciones, pero el conocimiento de estos vínculos no es generalizado. Con el fin de comprobar este aserto, un grupo de investigadores ha revisado la evidencia publicada, presentando nuevos datos en relación con el nivel de ingresos y la importancia de la salud previa a la concepción para la salud posterior de la madre y el niño.
La nutrición deficiente y la obesidad abundan entre las mujeres en edad reproductiva, y las diferencias entre los países de ingresos altos y bajos se han vuelto menos claras, con dietas típicas que se separan de las recomendaciones nutricionales en ambos entornos, especialmente entre los adolescentes. Varios estudios muestran que la administración de suplementos de micronutrientes a partir del embarazo puede corregir deficiencias importantes de nutrientes maternos, pero los efectos sobre la salud infantil son decepcionantes. Otras intervenciones para mejorar la dieta durante el embarazo han tenido poco efecto en los resultados de salud materna y neonatal.
Comparativamente pocas intervenciones se han realizado para la dieta y el estilo de vida previos a la concepción. La planificación del embarazo se asocia con un patrón mixto de conductas de salud antes de la concepción. Se necesita un enfoque más preciso en la intervención antes de la concepción para mejorar la salud materna e infantil y reducir la carga creciente de enfermedades no transmisibles. Junto con los continuos esfuerzos para reducir el tabaquismo, el consumo de alcohol y la obesidad en la población, es preciso ayudar a adquirir una mayor conciencia de la salud preconcepcional, en particular con respecto a la dieta y la nutrición. Es importante que los profesionales de la salud sean formados específicamente sobre las maneras de identificar a las mujeres que planean un embarazo y cómo asesorarlas debidamente.