Monodosis

El cambio climático y la salud global

Publicado en Nº429 Nº429

Como viene haciendo cada año desde 2015, la revista Lancet acaba de publicar el informe “The Lancet Countdown” correspondiente al año 2019. Este texto recoge las conclusiones de la revisión anual que un amplio grupo de 120 expertos de 35 instituciones científicas académicas y de agencias de Naciones Unidas de cada continente realiza para evaluar la evolución de 41 indicadores relacionados fundamentalmente con los impactos del cambio climático (crisis climática) en la salud de la población mundial.

Fruto de este trabajo de revisión se ha reafirmado el consenso sobre la seria amenaza que el cambio climático representa para la salud de los niños que nacen en el planeta y cómo compromete el bienestar de generaciones futuras. En esta ocasión se ha puesto el foco especialmente en los niños, habida cuenta de que sus órganos y sistemas inmunitarios están en proceso de desarrollo y son uno de los grupos más susceptibles a enfermedades y al efecto de los contaminantes ambientales. A lo largo de la infancia y adolescencia, la contaminación del aire provoca daños en el corazón, los pulmones y demás órganos vitales, efectos que se acumulan con el tiempo y hasta la edad adulta: se estima que en 2016 el número de muertes prematuras a nivel mundial atribuibles a partículas finas ambientales de <2,5 µm de diámetro (vinculadas a la aparición de asma, mayor riesgo de infartos y apoplejías) alcanzó los 2,9 millones, ascendiendo a 7 millones si se considera el total de muertes por contaminación atmosférica global.

Se prevé que esta situación empeore por el consumo de combustibles fósiles (que sigue en aumento e incluso con promoción por parte de los gobiernos, lo que hace que las energías renovables modernas solo representen el 5% de la generación mundial de electricidad) y el aumento de las temperaturas. Los expertos alertan de que el planeta ya se ha sobrecalentado cerca de 1ºC de media –cifra que en ciertas zonas (por ejemplo, noroeste de Canadá) supera los 3ºC–, lo cual está teniendo efectos deletéreos sobre cuestiones tan básicas como la alimentación; el informe detalla que la caída del rendimiento de los principales cultivos desde 1960 supone ya una amenaza para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. Se estima, además, que en 2018 se perdieron en todo el mundo 45.000 millones de horas de trabajo más que en el año 2000 debido al calor extremo.

El aumento de temperaturas propiciará también un aumento de las enfermedades infecciosas. Según el informe, 2018 fue el segundo año desde que hay registros con unas condiciones climáticas más adecuadas para la propagación de bacterias causantes de la mayor parte de enfermedades diarreicas a nivel mundial –como aquellas del grupo Vibrio cholerae, presentes de manera natural en mares y ríos–, abriendo la puerta a un mayor riesgo de brotes infecciosos. Algo similar ocurre con las enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, pues el aumento sostenido de las temperaturas favorece que el mosquito transmisor se haya dispersado por nuevos territorios en Europa, incluyendo España (donde las condiciones ecológicas favorables al vector han crecido notablemente en los últimos 30 años); actualmente el peligro de transmisión afecta hasta casi la mitad de la población mundial.

Los expertos advierten de la necesidad de que se cumplan los objetivos marcados por el Acuerdo de Paris, de forma que se limite el calentamiento global a menos de 2ºC, instando a los gobiernos de todo el mundo a emprender acciones sinérgicas en defensa de la Salud Pública mundial, orientadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pues en caso contrario (si se cumplieran las peores predicciones de un calentamiento global de hasta 4ºC para 2090) los avances logrados en bienestar y esperanza de vida a lo largo de siglos se verán comprometidos.

Bibliografía

  • Watts N, Amann M, Arnell N, Ayeb-Karlsson S, Belesova K, Boykoff M et alThe 2019 report of The Lancet Countdown on health and climate change: ensuring that the health of a child born today is not defined by a changing climate. Lancet. 2019; DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(19)32596-6.

Artículos relacionados