Nº392
La aparición del virus Zika en América Central y del Sur fue relacionada con un aumento de la incidencia de bebés nacidos con microcefalia. En este sentido, el día 1 de febrero de este año (2016), la OMS declaró que el presunto vínculo entre el virus Zika y microcefalia es una emergencia de salud pública de importancia internacional. Sin embargo, hasta el momento no se había cuantificado dicho riesgo y éste es un factor de gran relevancia, a la hora de establecer meidas preventivas y terapéuticas. Por ello, un grupo de investigadores ha llevado a cabo un estudio retrospectivo de los datos de un brote de virus Zika en la Polinesia Francesa, el mayor brote documentado antes de que se declarasen los de las Américas. Para ello, utilizaron los datos serológicos y de vigilancia para estimar la probabilidad de infección por el virus Zika por cada semana de la epidemia, procediendo a realizar una búsqueda en los registros médicos para identificar todos los casos de microcefalia desde septiembre de 2013 a julio de 2015.
El brote de virus Zika se inició en la Polinesia Francesa en octubre de 2013 y finalizó en abril de 2014, encontrándose que el 66% (IC95% 62 a 70) de la población general estaba infectada. De los ocho casos de microcefalia identificados durante el período de estudio de 23 meses, siete (88%) ocurrieron en el período comprendido entre el 1 de marzo de mes y el 10 de julio de 2014. El calendario de estos casos se explica mejor por un período de riesgo en el primer trimestre del embarazo. En este modelo, la prevalencia de línea de base de la microcefalia era dos casos (IC95% 0 a 8) por cada 10.000 recién nacidos y el riesgo de microcefalia asociada con la infección por virus Zika fue de 95 casos (IC95% 34 a 191) por cada 10.000 mujeres infectadas en el primer trimestre. No se descarta la existencia de un incremento del riesgo de microcefalia durante la infección en los otros dos trimestres del embarazo, pero parece evidente que el riesgo fundamental se sitúa durante el primero.