Nº418
La prevalencia de rinitis alérgica en los niños parece estar aumentando de forma progresiva y se cree que una de las causas más importantes de este aumento podría ser el cambio en los factores ambientales, especialmente la contaminación del aire. Sin embargo, los estudios más modernos relativos a la cuestión aún no han sido sometidos a ningún metanálisis. A este reto han respondido un grupo de investigadores, que procedieron a recopilar información sobre contaminación del aire y rinitis alérgica en la infancia, en las bases de datos biomédicas más importantes entre el 1 de enero de 2000 hasta el 28 de febrero de 2018. En total, se incluyeron en el metanálisis 13 estudios, 8 transversales y 5 de cohortes.
Los resultados mostraron un incremento global del riesgo, estadísticamente significativo, con la exposición a los óxidos de nitrógeno (expresados como NO2) del 13,8%, correspondiente a un 3,1% en Europa y un 23,6% en Asia. Por lo que respecta a la exposición a los óxidos de azufre (expresados como SO2), el exceso de riesgo global fue del 8,5%, correspondiente a un 14,8% en Europa y un 4,4% en Asia.
También se analizaron los datos relativos a las partículas en suspensión en el aire. Las de menos de 10 µm o PM10 son partículas consistentes en polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, cuyo diámetro varía entre 2,5 y 10 µm, formadas principalmente por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, metales pesados y material orgánico asociado a partículas de carbono (hollín), que se caracterizan por poseer un pH básico. El estudio en cuestión encontró que el exceso de riesgo global de rinitis alérgica para la exposición a las PM10 fue del 12,5%, correspondiente a un 19,0% en Europa y un 7,5% en Asia.
Aún más interesantes son los resultados relativos a las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5), ya que parecen ser un mejor indicador de la contaminación urbana que las que las PM10, ya que las PM2,5 provienen fundamentalmente de las emisiones de los vehículos diésel y los efectos potenciales que tienen sobre nuestra salud son más graves, por su gran capacidad de penetración en las vías respiratorias. En el estudio se encontró que el exceso de riesgo global para la exposición a las PM2,5 fue del 17,2%, correspondiente a un 19,5% en Europa y un 16,3% en Asia.
En definitiva, la exposición a la contaminación del aire se asocia con un incremento de la prevalencia de rinitis alérgica infantil.