Nº386
La combinación de dos o más antecedentes cardiometabólicos (diabetes, accidente cerebrovascular o infarto de miocardio) multiplica el riesgo de mortalidad y, por tanto, reduce sustancialmente la esperanza de vida en las personas con multimorbilidad. Aunque esta conclusión pudiera parecer obvia, no había demasiados datos clínicos que la avalasen y, por otro lado, la creciente prevalencia de la multimorbilidad cardiometabólica aconsejaban la realización de estudios epidemiológicos específicos de documentasen la cuestión. Por este motivo, se llevó a cabo en Estados Unidos un estudio sobre 91 cohortes, totalizando 689.300 participantes entre 1960 y 2007, con un seguimiento de la mortalidad hasta 2013 (128.843 muertes). Los datos mostraron que en los participantes sin antecedentes de diabetes, accidente cerebrovascular o infarto de miocardio al inicio del estudio (grupo de referencia), la tasa de mortalidad por cualquier causa, ajustada a la edad de 60 años, fue de 6,8 por 1.000 personas-año, mientras que fueron de 15,6 en las personas con antecedentes de diabetes, de 16,1 con accidente cerebrovascular, 16,8 con infarto de miocardio, de 32,0 en las personas con diabetes y MI, de 32,5 con diabetes y accidente cerebrovascular, de 32,8 con accidente cerebrovascular e infarto, y de 59,5 en las personas con diabetes, accidente cerebrovascular e infarto. En comparación con el grupo de referencia, las tasas de riesgo para para todas las causas de mortalidad fueron de 1,9 (IC95% 1,8 a 2,0) en los participantes con antecedentes de diabetes, de 2,1 (IC95% 2,0 a 2,2) en aquellos con accidente cerebrovascular, de 2,0 (IC95% 1,9 a 2,2) en los pacientes con antecedentes de infarto de miocardio, de 3,7 (IC95% 3,3 a 4,1) con diabetes e infarto, de 3,8 (IC95% 3,5 a 4,2) con diabetes y accidente cerebrovascular, de 3,5 (IC95% 3,1 a 4,0) con accidentes cerebrovasculares e infarto, y de 6,9 (IC95% 5,7 a 8,3) en las personas con diabetes, accidentes cerebrovasculares e infarto de miocardio. Estos datos no mostraron variaciones sustanciales tras ajustarlos teniendo en cuenta diferentes factores, como los niveles de lípidos, la presión arterial o factores de estilo de vida (por ejemplo, el tabaquismo y la dieta). A la edad de 60 años, un historial que combine dos cualquiera de estas tres condiciones se asoció con una reducción de 12 años de esperanza de vida, mientras que un historial clínico que combine diabetes, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio reduce en 15 años la esperanza de vida a partir de los 60.