Nº407
Hay numerosos estudios que han documentado que el consumo elevado de frutas, verduras y legumbres se asocia con un menor riesgo de mortalidad no cardiovascular y total. Sin embargo, la mayoría de estos estudios no han tenido un carácter mundial y, en general, se refieren a poblaciones que viven en países desarrollados, pero hasta había pocos o ningún dato disponible en Oriente Medio, Sudamérica, África o Asia meridional. Este fue el motivo por el que se ha implementado el Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE), un estudio prospectivo de cohortes en el que participaron 135.335 individuos de 35 a 70 años sin enfermedad cardiovascular, procedentes de 613 comunidades de 18 países de bajos, medianos y altos ingresos en siete regiones geográficas: Norte América y Europa, América del Sur, Oriente Medio, Asia meridional, China, Asia sudoriental y África. Se documentó la dieta de los participantes usando cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos específicos de cada país, recogiendo recolectar información sobre factores demográficos, estado socioeconómico (educación, ingresos y empleo), estilo de vida (tabaquismo, actividad física y consumo de alcohol), antecedentes de salud y uso de medicamentos y antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
La inscripción de los participantes en el estudio se realizó entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de marzo de 2013. Para el análisis final, incluimos todos los resultados no resueltos en la base de datos del estudio PURE hasta el 31 de marzo de 2017. En general, el consumo medio combinado de frutas, verduras y legumbres fue de 3,9 porciones diarias. Durante una mediana de 7,4 años de seguimiento, se registraron 4.784 eventos de enfermedad cardiovascular, 1.649 muertes cardiovasculares y 5.796 muertes totales. El aumento de la ingesta total de frutas, vegetales y leguminosas se asoció inversamente con enfermedad cardiovascular, infarto de miocardio, mortalidad cardiovascular, mortalidad no cardiovascular y mortalidad total en los modelos ajustados por edad, sexo y centro (efecto aleatorio), aunque las estimaciones se atenuaron sustancialmente cuando se emplearon modelos multivariables ajustados para las principales enfermedades cardiovasculares. La tasa de mortalidad total más baja se registró entre los consumidores de 3 a 4 porciones por día, sin que se apreciase ninguna reducción adicional con un mayor consumo. Considerando por separado los diferentes productos, la ingesta de frutas se asoció con un menor riesgo de mortalidad cardiovascular, no cardiovascular y total, mientras que la ingesta de legumbres se asoció inversamente con muerte no cardiovascular y mortalidad total. Para verduras y hortalizas, la ingesta de vegetales crudos se asoció fuertemente con un menor riesgo de mortalidad total, mientras que la ingesta de vegetales cocidos mostró un modesto beneficio sobre la mortalidad.