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Antiandrógenos en cáncer de próstata: posibles efectos adversos cognitivos y funcionales

Publicado en Nº464 Nº464

El tratamiento con fármacos antiandrogénicos en el cáncer de próstata tiene como objetivo bloquear el estímulo que los andrógenos producen sobre las células tumorales, descendiendo el nivel de testosterona hasta niveles de castración. Algunos de los más utilizados actualmente son los denominados antiandrógenos de segunda generación, entre los que se encuentran fármacos de autorización relativamente reciente, como darolutamida o apalutamida, y otros como enzalutamida o abiraterona. En los ensayos realizados con estos medicamentos y en los estudios poscomercialización se ha destacado habitualmente su buen perfil de seguridad, con escasos efectos adversos.

Sin embargo, en un metaanálisis y revisión sistemática se han identificado un posible nuevo riesgo asociado al uso de estos fármacos. Concretamente, un grupo de investigadores ha analizado la posible relación entre el uso de antiandrógenos de segunda generación en pacientes con cáncer de próstata y el riesgo de eventos cognitivos y funcionales.

La revisión sistemática incluyó 12 estudios que sumaron un total de 13 524 participantes. Se observó un mayor riesgo de efectos adversos cognitivos (RR: 2,10; p= 0,002), fatiga (RR: 1,34; p < 0,001) y caídas (RR: 1,87; p = 0,001) en aquellos que fueron tratados con estos fármacos, en comparación con los grupos de control. Mediante metarregresión se pudo comprobar que, en el conjunto de los estudios analizados, la edad correlacionaba con un mayor riesgo de fatiga con los antiandrógenos de segunda generación.

Estos resultados, de confirmarse, podrían suponer un cambio en la práctica clínica habitual, pues el empleo de este tipo de fármacos se ha incrementado en los últimos años en pacientes con cáncer de próstata, tanto en fases iniciales (tumores hormonosensibles) como en estadios avanzados (tumores resistentes a la castración).

Teniendo en cuenta que el riesgo de padecer cáncer de próstata aumenta con la edad y que la mayor parte de los pacientes son mayores de 65 años en el momento del diagnóstico, la asociación de este tratamiento con efectos adversos cognitivos y funcionales podría tener graves implicaciones en la calidad de vida de los pacientes y afectar de manera negativa a la adherencia y a los resultados de la farmacoterapia.

Bibliografía

    • Nowakowska MK, Ortega RM, Wehner MR, Nead KT. Association of Second-generation Antiandrogens With Cognitive and Functional Toxic Effects in Randomized Clinical Trials: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA Oncol. 2023: e230998. DOI: 10.1001/jamaoncol.2023.0998.0

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