Nº488
La salmonelosis es una enfermedad bacteriana causada por microorganismos del género Salmonella no tifoidea (SNT). En humanos, produce un cuadro clínico con manifestaciones gastrointestinales (diarrea, fiebre y vómitos) o sistémicas que pueden llegar a ser graves y requerir hospitalización por deshidratación, especialmente en lactantes o personas mayores. La transmisión se debe a la ingesta de los microorganismos en agua o alimentos derivados de animales infectados o contaminados (huevos crudos o poco cocinados, productos lácteos no higienizados o alimentos contaminados). Es una de las enfermedades zoonóticas con mayor implicación en la Salud Pública y más frecuentes, por lo que se hacen necesarias estrategias preventivas para reducir su prevalencia (tradicionalmente, higiénico-dietéticas y de cocina).
Por su parte, la fiebre tifoidea está causada por Salmonella entérica serotipo Typhi, exclusiva del ser humano, de transmisión fecal-oral y endémica de algunas zonas, que es rara en los países industrializados como España, y cuyas medidas de prevención se restringen a la vacunación cuando se viaja a zonas altamente endémicas y a medidas higiénico-dietéticas a la hora de ingerir alimentos o agua. Los casos típicos debutan con malestar, anorexia, mialgia y fiebre que aumenta progresivamente, malestar abdominal y cefalea. Si no se trata, es una enfermedad bacteriana potencialmente grave que puede ser letal.
Sin embargo, el paradigma preventivo de estas dos enfermedades infecciosas puede estar a punto de avanzar gracias al hallazgo de un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. El equipo estudió la seguridad e inmunogenicidad de una vacuna conjugada trivalente de Salmonella no tifoidea (TSCV) y Typhi que consistía en un polisacárido de cápsula Vi1 conjugado con toxoide tetánico y polisacáridos core-plus-O de las dos serovariedades invasivas de SNT enterica más prevalentes (Typhimurium y Enteritidis) conjugadas con subunidades de flagelina2 homólogas de cada serotipo en un ensayo clínico de fase 1, aleatorizado, controlado con placebo en humanos.
En este estudio, cuyos resultados se han publicado en la revista Nature, se aleatorizó a 22 adultos sanos entre 18-45 años a recibir la vacuna (6,25 µg o 12,25 µg) o placebo. La administración de la vacuna demostró un incremento ≥ 4 veces respecto a basal de la respuesta inmune para los tres polisacáridos y las flagelinas medidos mediante el incremento de IgG sérico por ELISA del grupo experimental. Respecto a la seguridad, no se reportaron eventos adversos graves durante el estudio, y globalmente se consideró bien tolerada, siendo los eventos adversos más comunes los relacionados con el lugar de inyección a corto plazo, como dolor y eritema. Los eventos adversos sistémicos más habituales (≥ 27 %) fueron fatiga, dolor muscular y dolor de cabeza.
Estos alentadores resultados ponen de manifiesto el potencial de protección de la vacuna frente a estas dos patologías, a falta de estudios más avanzados y robustos, fundamentalmente en zonas donde tanto la fiebre tifoidea como la salmonela son endémicas y pueden ser mortales.
1 El polisacárido Vi (también llamado antígeno Vi) es un homopolímero lineal que forma una cápsula que dificulta la opsonización y la fagocitosis de la bacteria y contribuye a la virulencia y persistencia en la S. Typhi.
2 La flagelina es la proteína principal que forma el filamento del flagelo bacteriano y que permite su movimiento.