Nº485
En los últimos años, las terapias CAR-T se han erigido como una prometedora opción de inmunoterapia para el tratamiento de distintas enfermedades, con resultados espectaculares que han revolucionado la terapéutica de las neoplasias de células B, entre otras.
Actualmente, las terapias CAR-T se basan en la extracción de las células T propias del paciente y la modificación de estas mediante ingeniería genética fuera del organismo, para conseguir la expresión del receptor para el antígeno quimérico (CAR, por sus siglas en inglés) que permite identificar específicamente a las células cancerosas y eliminarlas. Una vez modificadas, se multiplican en el laboratorio y se reintroducen en el organismo. Sin embargo, es precisamente este complejo proceso de fabricación que requiere un tiempo determinado el que, unido a la necesidad de linfodepleción como preparación del paciente y a su elevado coste, limitan el acceso a este tipo de terapias.
Para intentar acercar las CAR-T a más pacientes, investigadores de la compañía biotecnológica Capsan Therapeutics, en colaboración con la Universidad de Pennsylvania, han desarrollado un método que tiene como objetivo el desarrollo de las células CAR-T dentro del organismo de manera segura. En los resultados, publicados en la revista Science, los investigadores presentan una estrategia de ingeniería genética in vivo por la que, utilizando nanopartículas lipídicas dirigidas a CD8 que contienen ARNm que codifica para el CAR anti-CD19, consiguen la inserción selectiva y la expresión del receptor en determinadas células T. El uso de moléculas de ARNm en lugar de ADN permitiría evitar el riesgo de alteraciones genéticas permanentes, ya que no se integra en el genoma.
El equipo diseñó un modelo de partículas lipídicas especializadas ionizables (L829) que sirvieron de base para la elaboración de las nanopartículas lipídicas, que conseguía mejorar la absorción y mejorar el direccionamiento de estas.
Estas nanopartículas, han demostrado reprogramar a las células T CD8+ en muestras de sangre de personas sanas y de pacientes con enfermedades autoinmunes. Además, la administración de este tratamiento en un modelo de ratón humanizado1 y ciertas especies de mono, resultaron en el control tumoral y depleción de células B malignas en cuestión de horas, con efectos que se mantuvieron hasta 2 semanas. En modelos animales con xenoinjertos de leucemia, la administración repetida de las nanopartículas produjo una eliminación casi completa del tumor, lo que evidencia el potencial de este método in vivo de cara a tratar patologías como el cáncer y algunas enfermedades autoinmunes.
Aunque aún es necesaria la investigación de este tratamiento en los seres humanos, este hito podría suponer un paso adicional para optimizar las terapias CAR-T, permitiendo el acceso de estos tratamientos a un mayor número de pacientes y reduciendo los tiempos de elaboración y administración.
1 Especies de ratón a los que se injertó células inmunitarias humanas.