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Glutamato como ingrediente esencial en la regeneración del hígado

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Los aminoácidos son moléculas que contienen tanto grupos amino (-NH2) como carboxilo (-COOH). Desde un punto de vista químico existe una gran variedad de posibilidades para su formación, pero a nivel fisiológico cuentan con especial importancia aquellos –un total de 20– que participan en la formación de las proteínas, denominados aminoácidos esenciales, algunos de los cuales cuentan con funciones biológicas adicionales, como la glicina, que actúa como neurotransmisor inhibitorio en el sistema nervioso central (SNC). Otro ejemplo ilustrativo es el del glutamato, un aminoácido no esencial (el organismo puede sintetizarlo) que actúa como neurotransmisor excitatorio en el SNC. Este último actualmente forma parte de la dieta de cualquier persona, ya sea como componente de las proteínas o como aditivo –en forma de glutamato monosódico– presente en numerosos alimentos procesados y ultraprocesados en los que se aprovecha su efecto potenciador del sabor.

Precisamente ese uso en la industria alimentaria le ha valido una mala fama, pues su adición a alimentos poco saludables ha propiciado que el glutamato se perciba como “inseguro”. Sin embargo, una reciente investigación publicada en Nature y liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España ha descubierto un mecanismo dependiente del glutamato que permite que el hígado se regenere a los pocos minutos de haber sufrido un daño agudo. Este grupo de investigadores ha probado que, de forma fisiológica, tras producirse un daño hepático, en las células de este órgano –hepatocitos– se inhibe una enzima denominada glutamina sintetasa y, en consecuencia, aumentan los niveles de glutamato. En la médula ósea, el glutamato activa a los monocitos, que en el hígado se convierten en macrófagos y secretan un factor de crecimiento que permite la proliferación de los hepatocitos.

El mecanismo se ha descubierto en un modelo animal, concretamente en ratón, pero de acuerdo con la información procedente de herramientas bioinformáticas se acepta que los resultados son extrapolables a los humanos. Entre las cuestiones que se deberán resolver a partir de este descubrimiento se encuentran la posible utilidad de la suplementación con glutamato en pacientes que han sufrido un daño hepático reciente o tras una extirpación de tejido hepático. Asimismo, se deberá aclarar si el glutamato también juega un papel relevante en la regeneración del hígado en procesos crónicos, como la cirrosis. En cualquier caso, este hallazgo mejora la comprensión del proceso de regeneración hepática y abre la puerta a diseñar estrategias de tratamiento específicas para una gran variedad de situaciones en las que se ve comprometida la integridad del órgano.

Bibliografía

    • Rigual MDM, Angulo-Aguado M, Zagorac S, Álvarez-Díaz R, Benítez-Mondéjar M, Yi F et al. Macrophages harness hepatocyte glutamate to boost liver regeneration. Nature. 2025. DOI: 10.1038/s41586-025-08778-6.

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