Un mecanismo habitual de patogenicidad que desarrollan las células tumorales es protegerse frente a la respuesta del sistema inmunitario produciendo determinadas proteínas que sirven como “punto de control” o checkpoint del sistema inmunitario, logrando así sobrevivir a la acción citotóxica de los linfocitos T. Algunos de estos puntos de control son el ligando 1 de muerte programada (PD-L1), que al unirse a su receptor (PD-1) inhibe determinados procesos del sistema inmunitario, o CTLA-4, un receptor que se expresa en los linfocitos T e inhibe su acción. En esa línea, desde hace aproximadamente una década se vienen aprobando varios anticuerpos monoclonales que actú