Nº438
En 2018, el gasto sanitario de los países de la OCDE se situó alrededor del 10% del PIB, de lo cual se ha estimado que una quinta parte –equivalente al 2% del PIB– se gasta en intervenciones que no aportan una mejora de los resultados de salud, generando una bolsa de ineficiencia importante en los sistemas de salud de los distintos países. Un problema adicional es el desconocimiento de los costes y los resultados que se obtendrían con unas intervenciones alternativas.
Conceptualmente, se podrá designar un nivel de la eficiencia comparando la utilización de recursos necesarios y la obtención de resultados de salud. Así, si un nuevo proceso produce una mayor cantidad d