Nº398
Más de un millón de personas que viven en países de ingresos medianos y bajos ya han accedido a un nuevo y revolucionario tratamiento contra la hepatitis C desde su introducción hace dos años.
Cuando, en 2013, se autorizó por primera vez el uso de los antivíricos de acción directa (AAD) para tratar la hepatitis C, se despertó una preocupación generalizada ante la posibilidad de su alto precio impidiera que los más de 80 millones de enfermos crónicos de todo el mundo pudieran acceder a ellos.
Los nuevos fármacos tienen una tasa de curación de más del 95% y menos efect