Nº432
Ante la aparición de un brote de una enfermedad infecciosa, lo ideal sería conocer con la mayor antelación posible la evolución de su expansión, así como de sus consecuencias, número de infectados, de hospitalizados o de muertos, con el objetivo de tomar decisiones inmediatas que neutralicen los aspectos negativos de la infección. La primera aproximación al estudio epidemiológico se realizó hace unos 100 años con un modelo SIR, definido a partir de la estimación de los individuos que podrían contraer la enfermedad o susceptibles (S), los que la habrían contraído o pacientes infectados (I) y los que ya habrían pasado la enfermedad y no podrían