Nº410
A pesar de los avances habidos en el tratamiento peri-operativo de los pacientes sometidos a artroplastia, el control del dolor constituye todo un reto para los profesionales. Aproximadamente el 20% de los pacientes refieren un control no adecuado del dolor tras la intervención. Habitualmente, el manejo del dolor incluye la administración de opioides (OPI), la analgesia controlada por el paciente (ACP) y el bloqueo de nervios periféricos (BNP), que si bien son efectivas reduciendo el dolor, se asocian con una elevada incidencia de eventos adversos. Por ello, existe una tendencia a ir descartándolos y sustituirlos por inyecciones peri-articulares