Los entornos alimentarios poco saludables, que se caracterizan por la fácil disponibilidad de alimentos con alto contenido en azúcares añadidos, a precios asequibles, tienen una influencia negativa en el desarrollo de hábitos saludables de la población, sobre todo, en la población con menor edad. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado la implementación de medidas impositivas que graven las bebidas azucaradas, entre otros alimentos, por el efecto que tienen en la salud pública. El 19% de la población española es consumidora habitual de bebidas azucaradas, y hasta un 40% en el caso de la población más joven.
En marzo del año