Nº394
La fibrilación atrial no valvular (FANV) es un importante factor de riesgo de incidencia de ictus, por lo que el tratamiento habitual consiste en la administración de anticoagulantes orales.Acenocumarol o warfarina han sido los fármacos comúnmente administrados; sin embargo, estos presentan problemas importantes, requiriendo una estrecha y constante monitorización. Desde hace muy pocos años han aparecido unos nuevos anticoagulantes orales –dabigatran, rivaroxaban, apixaban y edoxaban– que mejoran su utilización puesto que no precisan de monitorización rutinaria, tienen una acción más rápida, presentan menos interacciones, etc.