La Comisión Europea ha presentado una Comunicación sobre las primeras lecciones aprendidas durante estos dieciocho meses de pandemia de COVID-19 y las aprovecha para mejorar las actuaciones a escala nacional y de la UE. Esto ayudará a anticipar mejor los riesgos para la salud pública y a mejorar la planificación de contingencias, de modo que las respuestas conjuntas sean más rápidas y más eficaces a todos los niveles. Se trata de diez lecciones centradas en aspectos que es imprescindible perfeccionar y otros que admiten mejoras en el futuro. No son exhaustivas, sino una primera instantánea de lo que hemos de hacer ahora en beneficio de todos los europeos:

  1. Si queremos lograr una detección más rápida y mejores respuestas, es necesario establecer una sólida vigilancia sanitaria a nivel mundial y un sistema europeo mejorado de recopilación de información. La UE debe liderar los esfuerzos por diseñar un nuevo sistema de vigilancia mundial sólido basado en datos comparables. En 2021 se pondrá en marcha un sistema europeo de recopilación de información sobre pandemias nuevo y mejorado.
  2. Un asesoramiento científico más claro y coordinado facilitaría la comunicación pública y las decisiones en materia de actuación. Para finales de 2021, la UE debería nombrar a un responsable europeo de epidemiología y establecer la estructura de gobernanza.
  3. Una mayor preparación requiere inversiones, controles y revisiones constantes. La Comisión Europea debe elaborar anualmente un informe sobre el grado de preparación.
  4. Las herramientas de emergencia deben estar disponibles más rápidamente y ser más fáciles de activar. La UE debe establecer un marco para la activación de un estado de excepción por pandemia a nivel de la UE, así como un conjunto de herramientas para situaciones de crisis.
  5. Las medidas coordinadas deben convertirse en un acto reflejo para Europa. La Unión Europea de la Salud debe adoptarse rápidamente, antes de finales de año, y es imprescindible reforzar la coordinación y los métodos de trabajo entre las instituciones.
  6. Si queremos garantizar el flujo de equipos y medicamentos críticos, necesitamos asociaciones público-privadas y cadenas de suministro más sólidas. A principios de 2022, a más tardar, debería estar operativa una Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA); asimismo, debería crearse un proyecto importante de interés común europeo en materia de salud lo antes posible a fin de lograr una innovación de vanguardia en materia de medicamentos.
  7. Para que la investigación clínica sea más rápida, más amplia y más eficaz, es esencial contar con un enfoque paneuropeo. Debe crearse una plataforma de la UE a gran escala para ensayos clínicos multicéntricos.
  8. La capacidad para hacer frente a una pandemia depende de la existencia de inversiones continuas y crecientes en los sistemas sanitarios. Es necesario apoyar a los Estados miembros para que, en el marco de sus inversiones en recuperación y resiliencia, aumenten la resiliencia general de los sistemas de asistencia sanitaria.
  9. Para Europa, la prevención, preparación y respuesta ante pandemias es una prioridad global. La UE debe seguir liderando la respuesta mundial, en particular a través del Mecanismo COVAX, y continuar la mejora de la arquitectura mundial de seguridad sanitaria protagonizando el refuerzo de la Organización Mundial de la Salud. También deben establecerse asociaciones de preparación frente a pandemias con socios clave.
  10. Ha de desarrollarse un enfoque más coordinado y sofisticado para combatir la mala información y la desinformación.