En septiembre del año pasado, el Sistema Nacional de Salud de Inglaterra (NHS) ha confirmado en un comunicado que “los farmacéuticos comunitarios comenzarán a desarrollar y probar un servicio de detección precoz para identificar a las personas que puedan presentar condiciones de alto riesgo sin diagnosticar -como la hipertensión arterial- para derivarlas a pruebas y tratamientos adicionales”. En 2020, este servicio para detectar la hipertensión arterial en las farmacias puede ser puesto a prueba en todo el país, según Matt Hancock, Secretario de Estado para la Salud. El piloto estará “vinculado a un nuevo servicio en el contrato del médico de cabecera”, con el objetivo de reducir las muertes prematuras y la discapacidad causadas por las enfermedades coronarias.