El dolor está definido como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial. Es importante tener en cuenta que el dolor agudo es un síntoma, por lo que se deberá estudiar la causa que lo está provocando. Sin embargo, el dolor crónico constituye una enfermedad y está considerado como un problema de salud pública a nivel mundial, siendo la causa más frecuente de sufrimiento y discapacidad, por lo que la mejora en su manejo repercutiría en una mejor calidad de vida para los pacientes que lo sufren. Además, su prevalencia es muy elevada, pues se estima que, en Europa, del 20 al 30% de la población sufre dolor crónico.

En este contexto la función de todos los profesionales farmacéuticos, desde sus diversos ámbitos de actuación, pueden ser de gran ayuda, contribuyendo a asesorar y prestar asistencia sanitaria a los pacientes que sufren dolor. Por ejemplo, en el caso del farmacéutico comunitario, su función es fundamental. Basta recordar que, de las casi 2.000 presentaciones comercializadas autorizadas indicadas en el tratamiento del dolor, más de 200 corresponden a medicamentos no sujetos a prescripción médica, o de dispensación libre por el farmacéutico.

Por su parte, el farmacéutico especialista a nivel hospitalario también tiene una indudable influencia en la consecución de los mejores resultados en salud de la farmacoterapia, orientada principalmente al tratamiento de pacientes que presentan dolor crónico en general y dolor crónico oncológico en particular. De hecho, los farmacéuticos hospitalarios son parte de los equipos multidisciplinares del dolor con participación activa de evaluación, protocolización, dispensación y monitorización de los resultados de estas terapias.

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos se quiere unir a la celebración del Día Mundial del Dolor publicando un Punto Farmacológico monográfico sobre el dolor y su clasificación, centrando el foco sobre las distintas opciones farmacológicas disponibles para su tratamiento; se aborda, por último, el papel asistencial que el farmacéutico puede desarrollar para con los pacientes con dolor y la población general.