Madrid, 17 de diciembre de 2019.- Cada 18 de diciembre se celebra el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, una enfermedad autoinmune y progresiva que afecta al sistema nervioso central que no tiene cura, y que en España afecta a más de  55.000 personas. Además, tiene un gran impacto social hasta el punto de ser la primera causa de discapacidad neurológica entre los jóvenes, solo superada por los accidentes de tráfico. Sin embargo, actualmente existen tratamientos farmacológicos eficaces que consiguen atenuar la progresión de la enfermedad y disminuir la frecuencia e intensidad de los brotes.

La esclerosis se manifiesta mediante variados síntomas como parestesias en extremidades, trastornos visuales, debilidad muscular o fatiga inusual de un miembro, alteraciones leves de la marcha o trastornos emocionales, entre otros. El curso de la enfermedad es habitualmente variable y comienza entre los 16 y los 50 años, afectando hasta cuatro mujeres por cada hombre; se estima que reduce la esperanza de vida en hasta 9 años en los hombres y 14 años en las mujeres.

Según el propio Ministerio de Sanidad, el impacto económico de la esclerosis múltiple, incluyendo el coste de sus tratamientos y de la pérdida de productividad de quienes la padecen, supera los 1.200 millones de euros anuales, oscilando su coste anual por paciente desde los 20.600 euros en sus etapas más leves hasta los 68.700 euros en sus fases más severas.

La insustituble función asistencial del farmacéutico en el tratamiento de la esclerosis

Hechos como que el tratamiento precoz de la esclerosis es clave para evitar lesiones irreversibles, o que se trate de una enfermedad crónica sitúan al farmacéutico, en todos sus ámbitos de actividad, como un agente de salud clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes. De hecho, existen hasta 115 medicamentos autorizados para el tratamiento de la esclerosis, de los cuales casi dos tercios se dispensan en farmacia comunitaria y los restantes en farmacia hospitalaria. En ambos casos, el farmacéutico es un profesional sanitario indicado para incidir simultánea y positivamente en la adecuada atención sanitaria y social al paciente de esclerosis múltiple, así como en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Y es que aspectos como la adherencia a los tratamientos o la detección de eventos adversos asociados a los mismos son esenciales para evitar el progreso de la enfermedad y el deterioro de la calidad de vida.

Además de esas funciones compartidas por el farmacéutico comunitario y hospitalario, desde la red de 22.000 farmacias de comunitarias se puede realizar una importante labor a la hora de identificar signos y síntomas sugerentes de esclerosis múltiple, que hagan recomendable la derivación al médico de atención primaria para que valore la necesidad de que un neurólogo realice un diagnóstico definitivo.

En definitiva, los farmacéuticos, desde las diversas funciones que desempeñan, deben ser considerados como profesionales sanitarios que pueden y deben asistir a los pacientes de esclerosis múltiple en las diferentes etapas de la evolución de la enfermedad -incluso desde antes de su diagnóstico y hasta sus estadios más avanzados- que aseguren su bienestar integral y los máximo estándares de calidad de vida en cada caso.

Punto farmacológico 139

El Consejo General de Farmacéuticos se suma a la conmemoración del Día Nacional de la Esclerosis Múltiple mediante la elaboración y difusión de un nuevo Punto Farmacológico –el número 139-, que incluye una revisión en profundidad sobre el estado actual de la terapéutica farmacológica, con mención a la situación epidemiológica y el conocimiento sobre la etiopatología de esta enfermedad. Este informe técnico también aborda las posibilidades de prevención y el importante papel que el profesional farmacéutico puede desarrollar, en sus distintos ámbitos de actuación profesional, desde la farmacia hospitalaria a la farmacia comunitaria, en la asistencia sanitaria de los pacientes con esclerosis múltiple.