Se pone en marcha una campaña en las farmacias para promover una adecuada hidratación durante los meses de verano

Madrid, 10 de julio de 2012 - El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, a través de la Vocalía Nacional de Alimentación, ha puesto en marcha, con la colaboración de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos la campaña “Tu mejor acción, Hidratación”. El objetivo de esta iniciativa sanitaria es ofrecer a la población, a través de oficinas de farmacia de nuestro país, consejos sanitarios para promover una correcta hidratación durante el verano. Para ello, se ha editado un díptico en el que recoge un decálogo con recomendaciones dirigidas a los ciudadanos. Esta campaña, que se pone en marcha con la colaboración de Aquarius y de Coca-Cola España, favorecerá el conocimiento de los ciudadanos sobre buenos hábitos de hidratación, especialmente durante los meses estivales. Con la llegada del verano y la subida de las temperaturas, el número de personas que pueden sufrir deshidratación aumenta significativamente. En este sentido, para mantener un buen estado de hidratación, es necesario beber el líquido adecuado para reponer la pérdida de agua y sales minerales. 

Decálogo de la Hidratación

  • Se recomienda consumir entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día, a lo largo del día, incluyendo el agua que proviene de los alimentos. La sed es una señal que nos avisa que hay que beber líquidos. No es saludable “aguantar” sin beber; al contrario, se debe beber sin esperar a tener sed. Si se realiza actividad física en ambientes calurosos es necesario aumentar la cantidad de líquido.
  • Hay que prestar atención muy especial a las situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y la sequedad ambiental anormalmente elevados, fiebre, diarreas, vómitos, etc. Se desaconseja realizar actividades físicas en las horas centrales de días calurosos, usando excesivas prendas de abrigo, exposición exagerada al sol, etc.
  • Los síntomas que orientan hacia un cuadro de deshidratación son, entre otros, sed, sequedad de las mucosas y de la piel, disminución de la cantidad de orina y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.
  • El agua y otras bebidas con diferentes sabores son necesarias para asegurar una adecuada hidratación. En situaciones de deshidratación leve como las mencionadas anteriormente (puntos 2 y 3), las bebidas con sales minerales, en concreto sodio, y con azúcares de absorción rápida pueden facilitar una mejor rehidratación.
  • Es conveniente, hidratarse antes, durante y después del ejercicio ya que cualquier ejercicio físico, aunque sea moderado, produce la eliminación de cierta cantidad de agua y sales minerales, además de un consumo energético.
  • Además de los líquidos, ciertos alimentos, como frutas y verduras, nos pueden ayudar a mantener un buen nivel de hidratación.
  • Las comidas copiosas, requieren un aporte suplementario de bebida.
  • Si realiza algún tipo de dieta, pueden variar sus necesidades específicas de hidratación.
  • Las bebidas alcohólicas no evitan la deshidratación e incluso pueden llegar a empeorarla.
  • La utilización de forma habitual de ciertos medicamentos (diuréticos, por ejemplo) puede afectar el estado de hidratación.